Reyna Cristal Díaz Salgado, profesora del plantel Vallejo, aseguró que haber obtenido el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos (RDUNJA) 2022 le provoca mucha emoción, orgullo, satisfacción y la compromete a hacer mejor las cosas en el Colegio, al que considera su segunda casa.
“Para mí, el CCH ha sido una oportunidad para desarrollarme profesionalmente y ser mejor como persona y ciudadana; una oportunidad de contribuir con la sociedad”, acotó al ser consultada sobre el significado que tiene para ella recibir este galardón en la categoría de Docencia en Educación Media Superior (humanidades, ciencias sociales y económico-administrativas).
Como académicos, abundó, ella y sus colegas tienen un gran compromiso y responsabilidad con los jóvenes, porque son seres humanos y parte de la sociedad, y su objetivo es tratar de incidir de la mejor manera en ellos.
La egresada de la Facultad de Filosofía y Letras, con mención honorífica en la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas, recordó que trabajó también en la Escuela Nacional Preparatoria 5, pero decidió quedarse en el CCH, ya que le agradó el planteamiento crítico que tienen los Programas de Estudio, el número de horas, la modalidad de taller de la asignatura que imparte y el que los estudiantes sean partícipes de su propio aprendizaje.
“Recuerdo mi primer grupo, fue en el turno matutino, nunca lo olvido porque para mí significó mucha emoción dar clases, siempre lo había anhelado, y ahí estaba con 50 alumnos, quienes también me enseñaron mucho”, destacó.
Granitos de arena
La galardonada refirió que a lo largo de los 12 años que tiene como docente ha tenido muchas satisfacciones: “me llena de orgullo ver cómo los estudiantes crecen en sus aprendizajes, inician sin saber expresarse, porque desconocen cómo hacerlo, y al término de un ciclo escolar han mejorado su expresión oral y escrita”.
También, señaló, ha tenido la oportunidad de ayudar en su trayectoria académica y personal a varios estudiantes. “Tuve un alumno (como tutora) que tenía un problema de adicción, y junto con el apoyo de su familia y mucha participación de él, logramos que saliera de ese círculo vicioso, y ahora está estudiando la carrera de Medicina”; es un logro que me impacta.
Otro chico que estaba perdiendo un poco el camino en la parte académica logró reintegrarse; está el caso de un joven que se quedó huérfano y salió adelante, incluso participó para un premio y ganó, y ahora sigue estudiando, y a la docente le llena de orgullo haber podido contribuir; a todos los recuerda con cariño.
Sin duda, expuso, “el motor de esta profesión es la vocación, porque se pueden presentar casos difíciles que te desaniman un poco, pero si tienes ese amor por la docencia, lo logras a pesar de todas las adversidades y de los problemas que hay en el camino”.
Nuevos desafíos
Sobre los retos educativos, la docente consideró que la tecnología debe continuar en las aulas. “Fue un medio por el cual se lograron muchos aprendizajes y ahora que estamos de manera presencial es importante seguir incluyéndola. Considero pertinente la modalidad híbrida que se implementa en el Colegio”.
Al referirse a su área de conocimiento, como académica del Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental, sostuvo que en el actual contexto tiene que apuntar hacia lo social y comunitario. Es decir, dirigirla hacia la pregunta “de qué manera se puede contribuir a la sociedad”.
Al ser éste el primer reconocimiento que le entregan por su labor docente, le ilusiona poder obtener más, “me gustaría participar en la Cátedra Especial Rosario Castellanos, pero para esto todavía me falta tiempo”, reconoció la maestra, quien estima que el CCH seguirá a la vanguardia porque es una escuela que tiene mucho que dar, su planta docente es muy comprometida y cuenta con una visión de la educación, que le hacen augurar un futuro fabuloso.
