Emilio González García, alumno de tercer semestre del plantel Oriente, emprendió una aventura musical a Manizales, departamento de Caldas, en Colombia, donde participó en varios conciertos como parte del Coro de Jóvenes y Niños Cantores de la Facultad de Música (FaM) de la UNAM.
Del 10 al 17 de septiembre, se presentó en tierras sudamericanas ofertando su talento musical, que descubrió los 5 años, hasta alcanzar el ingreso en el propedéutico en la Facultad de Música (FaM), además de tener habilidades en el manejo de instrumentos como la marimba, la batería, los timbales, el xilófono y otros artefactos agradables al oído, a través de varios géneros musicales.
El joven de 16 años comentó que es aficionado a la música gracias a la influencia de su mamá y papá, ambos amantes del canto y los ritmos musicales; asimismo, indicó que no le ha costado trabajo aprender a tocar los instrumentos, lo complicado ha sido combinar el tiempo y la dedicación al estudio y su afición por la música, actualmente tiene promedio de 9 en el Colegio.
En ocasiones, dijo, es complicado llevar un ritmo de vida que exige entrega y un gran compromiso por lo que se hace y lo que les gusta. Allí es donde recae le responsabilidad que no puede evadirse, porque significa cumplir proyectos y metas; agregó que es satisfactorio ver recompensado el esfuerzo.
González García, quien forma parte del Coro desde 2016, refirió que su día a día comienza a partir de las cinco de la mañana, realiza sus deberes en casa y se va a la escuela; después, se traslada a la Faculta de Música, repasa rápidamente sus apuntes y está listo para sus clases. El regreso ya es pesado, pues llega a su hogar cerca de las 22 horas.
“Aun cuando mis días son pesados, me sobra espacio para practicar futbol, leer libros de historia, ver un poco películas”, recalcó.
Su meta, añadió el joven músico, es estudiar en la Facultad de Música, pero también tener una carrera relacionada con la ciencia.
De su estancia en el Colegio, destacó que le ha gustado el Modelo Educativo por la libertad, la autonomía y el compañerismo; sin embargo, alertó de los riesgos que pueden pasar como estudiantes, dado que la “escuela es una arma de doble filo, donde existe mucha libertad, autonomía y socialización, pero también distractores que resultan negativos para el aprendizaje y la formación académica".
Recomendó seguir cultivando amistades comprometidas y responsables, ejercer los principios de aprender a aprender, aprender a hacer y a ser que se ejercitan a diario en el CCH , ya que los conducirán a aprovechar los conocimientos y con ellos cursar una carrera profesional.
Por último, González García afirmó para sus compañeras y compañeros que tienen la libertad de hacer lo que más les guste, sin descuidar responsabilidades, sus estudios y estar comprometidos con su educación y con ellos mismos.