Las y los alumnos con problemas de rezago académico muestran menor motivación escolar de logro intrínseca y extrínseca que el estudiantado regular, y mientras mejor sea el ambiente familiar en el que se desarrollan, mayores serán sus motivaciones hacia la vida académica, la concreción y cumplimiento de sus metas. Estas son parte de las conclusiones de la investigación Correlación de la motivación intrínseca de los estudiantes y su funcionamiento familiar, periodo 2020-2021.
Dicho estudio, a cargo del grupo de Trabajo de Seguimiento Académico, fue presentado por los profesores Clara León Ríos y Christian Flores González, quienes explicaron que el objetivo fue sistematizar las acciones realizadas por el Programa de Seguimiento Académico Diferenciado (PSAD) para consolidar la atención de las y los alumnos con reprobación y rezago académico, dado el impacto que ha tenido el programa en la regularidad académica del estudiantado.
Recordaron que la colaboración de diversas áreas del plantel llevaron a un egreso de 81% en la generación 2019.
Muestra de esas acciones, dijo, es que el porcentaje de alumnos que debían de cuatro a seis materias pasó de 7.59 por ciento en 2010 a 5.56 en 2020, y los alumnos de cuarto semestre que debían de 18 a 23 materias, pasaron de 4.59 a 1.07 por ciento, en la misma década de referencia.
La maestra León Ríos detalló que para dicha investigación se tomaron en cuenta dos factores: la motivación y el funcionamiento familiar: “con base en el trabajo desarrollado en el Programa de Seguimiento, nos hemos dado cuenta de que la familia juega un papel muy importante en la mejora del desempeño académico o un factor que interfiere de manera desfavorable para que los estudiantes logren la regularidad académica”.
Por ello, decidieron indagar en el funcionamiento familiar, así como en la cantidad de alumnos con rezago académico y presentan algunos rasgos de “amotivación”, es decir, baja o nula motivación para el desempeño académico.
Agregó que han planteado a la dirección del plantel Sur que se integre a las madres y padres de familia desde el primer semestre para que acompañen y orienten a sus hijas e hijos en esta etapa escolar para prevenir el rezago y la deserción escolar.
