En el marco del Festival Internacional de cine del CCH de la UNAM: Cecehachero Film Fest, Luis Brandon García Ibarra, director general del festival, realizó una serie de entrevistas con personalidades destacadas en ese ámbito. En esta ocasión entrevistó a Hugo Villa Smythe, director general de Actividades Cinematográficas de la Filmoteca de la UNAM.
“Empecé a trabajar de obrero cinematográfico cargando luces, jalando cables, limpiando cajas de cámara, entonces siempre lo tuve muy claro y cerca de mí, desde entonces nunca paré de trabajar en algún tipo de producción que tuviera que ver con el cine o con la tele”, relató el cineasta durante la charla trasmitida por Zoom y Facebook Live.
Son pocas las personas que han pasado de ese andamio de obrero hasta estar a cargo del archivo fotográfico decano del cine mexicano y uno de los más importantes del cine iberoamericano, que es la Filmoteca de la UNAM.
Su experiencia lo ha llevado a reconocer y respetar los derechos de autor, asimismo, su trabajo en películas nacionales y extranjeras le ha enseñado que la diferencia entre una película con mucho o poco presupuesto no es el dinero, sino el nivel de riesgo profesional.
“Yo creo que esa es la enorme diferencia y la otra es una serie de mitos que se han construido muy bien alrededor de la mercadotecnia de Hollywood: que la película costó chorrocientos mil millones de dólares, la colocan en una charola en la que sólo puede estar el cine de Hollywood”.
Sobre la experiencia que ha tenido con los festivales de cine, comentó que “es la única forma razonable en la que se puede acercar cine no hegemónico (cuando se estrena por ejemplo Spiderman en todas las salas de los cines, no se puede ver otra cosa) a aquellos públicos que lo quieren ver más allá del circuito de la Cineteca, de las salas que tenemos en el Chopo y de algunas salas independiente que existen en la Ciudad de México y en algunas ciudades grandes”, explicó.
Villa Smythe dice que la Filmoteca de la UNAM, que acaba de cumplir 60 años, es una dependencia que nace a partir del interés de algunos profesores y alumnos y que es importante para preservar parte de la cultura nacional del cine mexicano, pues éste es mucho más que una forma de entretenimiento.
“Quienes presenciaron el nacimiento de esta forma de arte, se dieron cuenta de la potencia evocadora y cultural que pudiera significar”, señaló.
