El director general del Colegio de Ciencias y Humanidades, Benjamín Barajas Sánchez, inauguró el Segundo Congreso de Educación Ambiental en el Bachillerato para el Desarrollo Sostenible, encuentro en el cual reconoció la participación de otras entidades de la Universidad ante la pluralidad de posturas, todas ellas enfocadas en sumar al cuidado y preservación del medio ambiente.
El Congreso buscó generar conciencia en los problemas ecológicos, compartir experiencias, promover el desarrollo sustentable y la comprensión de la cultura medioambiental, a través de su vínculo con las prácticas de conservación de las comunidades desde una perspectiva interdisciplinaria.
En ese sentido, el director general comentó que estos contextos se pueden atender “desde el bachillerato, donde formamos a muchos jóvenes con una conciencia crítica y participativa, con iniciativas personales que puedan ayudar a aminorar este enorme problema ambiental que estamos padeciendo”.
Asimismo, señaló que las instituciones educativas comparten la responsabilidad de motivar a los jóvenes para que participen de forma activa en la toma de decisiones, con el fin de promover un mejor ambiente.
Explicó que el actual modelo de desarrollo económico, los aspectos locales y globales han provocado fenómenos meteorológicos o proliferación de enfermedades, como fue el caso de la pandemia de Covid-19.
ALUMNOS COMPROMETIDOS
Mayra Monsalvo, secretaria general, expresó: “reconocemos el medio ambiente como un recurso agotable y que el desarrollo sostenible se puede explorar en otros conceptos, incluido el desarrollo económico y sobre todo la responsabilidad social”.
“Ante esto, tenemos que asegurar un futuro mejor para todos y tenemos la obligación moral de hacerlo por las siguientes generaciones, nuestras elecciones y acciones tienen grandes repercusiones en lo que sería el planeta”, dijo.
Además, resaltó la importancia de generar un hábitat saludable con un impacto social: “tenemos que sensibilizarnos, porque esto nos permitirá restaurar los ecosistemas tan importantes para la vida en el planeta. Necesitamos capacitarnos en el tema e impulsar acciones que permitan avanzar”.
En su intervención, Taurino Marroquín, titular de Servicios y Apoyo al Aprendizaje, señaló que este Congreso buscó compartir buenas prácticas de enseñanza y aprendizaje sobre educación ambiental y las acciones concretas que realizan profesionistas del área a través de conferencias, charlas, ponencias y talleres, con el fin de apoyar a los estudiantes en la adquisición de habilidades y prácticas, a fin de que sean agentes de cambio y líderes en sus comunidades.
OTRAS OPCIONES
La conferencia inaugural estuvo a cargo de Rocío García Martínez, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, quien presentó el tema “Efectos del cambio climático en la calidad del aire en un área urbana y periurbana por el fenómeno de la evapotranspiración”.
En su exposición, resaltó el trabajo con un grupo de expertos en Juriquilla para la creación de huertos en Querétaro donde se utiliza el sistema de evapotranspiración.
Precisó que la evapotranspiración es un proceso que regula los flujos de agua y energía entre el suelo, vegetación y atmósfera: “estudiarlos nos lleva a entender el funcionamiento de los ecosistemas terrestres y valuar su respuesta a cambios en el uso del suelo y climáticos”.
Asimismo, expuso la importancia de la calidad del aire, del subsuelo y alimentos, además de los daños que los contaminantes primarios y secundarios producen a nivel pulmonar y en vías respiratorias.
Mientras, la conferencia “Estrategia para integrar la economía circular en las prácticas de laboratorio” fue presentada por Irma Cruz Gavilán García, responsable de la unidad de Gestión Ambiental de la Facultad de Química de la UNAM.
En su charla, dijo que “este Congreso puede ser una gran oportunidad para el CCH, en ser pioneros al introducir estos aspectos. Mi plática está enfocada más a una reflexión docente”.
Por lo anterior, argumentó que “como formadores tenemos que estar bien informados. Hay muchos indicadores que evidencian la situación ambiental, no sólo del planeta, en particular de nuestro país y entorno”.
“Necesitamos considerar cuáles son los aspectos a integrar en la práctica docente, yo tengo alumnos del bachillerato, se habla mucho de la economía circular, pero a veces no tenemos muy claro qué significa y a dónde va, la tendencia mundial es desperdicio cero”, dijo.
Por último, comentó que se deben explorar otras opciones y oportunidades: “urge cambiar el paradigma de producir, consumir y tirar, ahora vamos a producir, a consumir, reciclar, reutilizar, reparar y reorientar”, aseguró.