En Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, la misión es divulgar y comunicar la ciencia en un espacio de encuentro interactivo que apele a los sentidos y la mente, para proveer al visitante no sólo de una experiencia de conocimiento, sino de diversión y emociones para reflexionar, destacó María Emilia Beyer Ruiz, directora de dicho centro universitario.
Beyer sostuvo una plática virtual con estudiantes y profesores del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) para invitarlos a conocer el recinto, que está a un año de cumplir 30 de existencia, cuando las condiciones derivadas de la pandemia por Covid-19 así lo permitan.
“Diseñamos experiencias museológicas y educativas que tratan de generar impacto en las personas para incrementar la cultura científica, por medio de objetos que representan a la realidad, cuentan historias, ofrecen mensajes y aportan emociones para pensar”, abundó la maestra en Filosofía de las Ciencias, con especialidad en Comunicación Científica.
Durante el diálogo con los alumnos del Colegio, les hizo saber que cuando arman dichas estrategias de aprendizaje no formal, piensan en ellos, “porque son el rango de edad con el que más nos gusta trabajar; ojalá y que con esto se sientan bienvenidos, porque pensamos en el apoyo que esto significa para las chicas y chicos de su edad y nivel de estudios”, confesó la divulgadora científica.
Se trata de que lo que ven en el aula con sus profesores, ellos puedan aportarle otro aspecto, porque ya saben el concepto, pero no lo que ocurrió detrás de éste, y es allí donde entran ellos para que, por medio de juegos, retos o concursos, puedan contar con información que les haga falta, pues pretenden brindar apoyo a la enseñanza formal, de manera entretenida.
Otra de las ideas detrás de la construcción y el diseño del museo, que se ubica en Ciudad Universitaria, es alentar a los niños y jóvenes a explorar y desarrollar intereses y habilidades en la comprensión del mundo.
Universum, dijo, “surgió gracias a la perspectiva y mirada de una serie de científicas y científicos que querían compartir el conocimiento con la sociedad” y ahora está por cumplir tres décadas.
Esto se dice fácil, pero no lo ha sido, ya que al principio no estaba profesionalizada la divulgación científica en el país. “No era fácil encontrar a quienes pudieran enseñar a hacer comunicación de las ciencias; pero hoy contamos con cursos, diplomados e incluso posgrados, donde ésta es objeto de estudio”, detalló.
Universum “se abrió con muchas ganas y la creatividad de varios universitarios experimentados en los campos de la ciencia, pero no necesariamente para el público; por lo que ha sido una labor constante de aprendizaje, con ideas para poner a prueba y donde las personas son quienes al final deciden si las propuestas funcionan o no, y a partir de ello, se siguen construyendo experiencias”.
Luego habló sobre el objetivo y características de las exposiciones permanentes y puso como ejemplo las salas dedicadas a las Matemáticas, el Cerebro, el Océano, la Física y el Universo, “donde se pueden apreciar los grandes conceptos de la ciencia”, consideró.
Sobre las exposiciones temporales, agregó que se busca que sean itinerantes por la universidad y la ciudad, “con temas relacionados con el cuidado del medio ambiente y la divulgación científica”, entre otros aspectos relevantes.
“Es importante destacar que en Universum nos tomamos muy en serio ser un museo para la nación, que atiende a todos y que es incluyente”, concluyó la directora.
