La Secretaría de Servicios de Apoyo al Aprendizaje cuenta con el programa Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, cuyo propósito es promover el interés de los alumnos hacia las ciencias, además de reforzar una cultura de la investigación y promover vocaciones científicas.
Esa es una de las labores que disfruta Cecilia Espinoza, quien tiene 11 años como profesora de Química en el plantel Oriente, y se ha convertido en una celebridad luego de que sus alumnas destacaron en la XVII Feria de la Ciencias con el trabajo de los popotes biodegradables.
“Desde pequeña me gustó la investigación y me cuestionaba el porqué de las cosas, laboré un tiempo en el Hospital General del IMSS en biología e inmunología, donde modificamos una técnica de conteo de células del líquido cefalorraquídeo, creí que me darían una plaza, pero no fue así; después, en Clínicas y laboratorios privados”, dijo la docente.
Recordó que cuando ingresó al CCH quedó fascinada con la investigación que se realizaba, además de comprobarla hasta donde se pudiera. “Disfruto mucho y no me resulta trabajoso; para despertar el interés de los chicos, los invitó a participar en algo que les llame la atención, no les impongo nada, trato de motivarlos, llevándolos de la mano. En el Club de Química los encaminamos a concursos, hace dos años preparé a Jade, quien ahora está en la Facultad de Química, y en la Olimpiada del Conocimiento, ganó la medalla de oro”.
Estos son algunos de los proyectos de sus alumnos que han participado en la Feria de las Ciencias y obtenido primeros lugares: Pinta con b, investigación junto al profesor Alberto Hernández, es sobre pinturas orgánicas a base de cáscara de nuez, espinaca y zanahoria; Cartón vemos, composición no sabemos, sobre bagazo de zanahoria, y Parche de telaraña, donde se hicieron pruebas de coagulación, para ver si la telaraña aumenta la velocidad de coagulación y así detener el sangrado de una herida.
Su más reciente proyecto, Hojas de pasto, fue finalista en la última edición de La Feria de la Ciencias, sobre él dijo: “En lo personal me encantó, hicimos hojas utilizando pasto fresco y seco, cáscara de plátano y de chayote, hicimos varios procesos, pues queríamos algo amigable con el medio ambiente, pensamos en clorarlo, como lo hace la industria del papel, pero decidimos mejor agregarle color vegetal blanco para aclararlo”.
Cecilia Espinoza estudió Química Farmacéutico Biológica en la FES Zaragoza de la UNAM y tiene una maestría en Educación.
“Vamos a seguir con el Club de Química y, por ahora, las investigaciones van a ser teóricas hasta que perfeccionemos un modelo híbrido”.
