Salvador Gallardo

Salvador Gallardo

Textos en Rotación reúne narrativa y poesía

Salvador Gallardo
Textos en Rotación reúne narrativa y poesía

El esfuerzo por dar a conocer la tradición literaria hispanoamericana es uno de los rasgos centrales de la colección Textos en Rotación, del Colegio de Ciencias y Humanidades. Desde clásicos como La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca; El divino Narciso, de sor Juana Inés de la Cruz; Azul, de Rubén Darío, hasta obras menos conocidas como Libros sin tapas, del uruguayo Felisberto Hernández; Textos en Rotación es un crisol de narrativas y poéticas en nuestro idioma.

Con la reciente publicación de El huerto de las tentaciones, libro inédito del poeta estridentista Salvador Gallardo (1893-1981), los estudiantes del CCH tienen la posibilidad de indagar en la obra de uno de los poetas más intensos e innovadores de aquel movimiento vanguardista. La publicación viene acompañada por otro libro fundamental de Gallardo: El pentagrama eléctrico, lo que suma a la riqueza de esta publicación.   

Escrito en 1917, por un joven Gallardo, en pleno movimiento revolucionario, este libro evidencia un erotismo sutil, con imágenes muy bien cosidas, que era muy poco comunes en autores que ya comenzaban a ser punto de partida de las innovaciones literarias, como Rubén Darío, y poco menos en Amado Nervo, incluso Ramón López Velarde, a quienes se les puede considerar los pilares de la renovación poética.

En la reciente presentación de este libro en la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y Universitarios, Salvador Gallardo Cabrera, nieto del poeta, reconoció que este libro es pura luz.

“El huerto de las tentaciones hace referencia a los huertos que estaban detrás de los conventos e iglesias en provincia, Gallardo, como médico, escribió sin pudor, como no lo hicieron sus contemporáneos, y es una obra emblemática de la vanguardia mexicana conocida como el estridentismo, que manejaba imágenes sobrepuestas y evitaban los desenlaces lógicos”.

Personalmente, me atrapan las formas clásicas del verso (que responden a su tiempo), pues el soneto es la estructura que impera en esta obra, llena de perlas, de yerbas perfumadas, de espejos traslúcidos del cielo, de crepúsculos rojos, blancas margaritas, cirios amarillentos, pues serán los colores otra de las características visuales que se dilatan a lo largo de los endecasílabos gallardianos. 

Cabe destacar que este Salvador Gallardo ya formaba parte de un posmodernismo, en sintonía con autores como Leopoldo Lugones y Julio Herrera y Reissig.

Para ejemplo del erotismo, incluso descarado, que Gallardo ponía en esgrima en sus poemas, ese delicioso juego entre la caricia y el descaro está el soneto “Caballero de la jarretera”:

 

Tu estrepitosa claridad se apaga

sobre molicie de hojarasca amiga,

y la frescura de tu voz mitiga

de mi hosquedad la timidez aciaga.

 

Tu tentadora dejadez halaga,

con el fulgor de una purpúrea liga,

mi vista que se prende como hormiga

de aquello que la tienta o que la amaga.

 

Doliéndote, tal vez, de mi congoja,

y castigar queriendo mi intención,

con semblante magnánimo y austero,

 

pones la cinta perfumada y roja,

como Gran Cruz de noble caballero,

sobre el libidinoso corazón.

 

Con esta obra, sumada a Nostalgia de la muerte, de Xavier Villaurrutia, los alumnos del Colegio podrán apreciar dos cauces de la poesía que se escribían en México a inicios del siglo pasado, pues se muestran dos ritmos, dos voces, dos intenciones líricas que tienen un punto de encuentro: la poesía. 

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