A sus 18 años, Michelle Aguilar Rojas acaba de concluir su bachillerato en el plantel Vallejo del CCH con promedio de 9.97, el más alto de la Generación 2020, con el que busca ingresar a la carrera de Médico Cirujano en Ciudad Universitaria, para luego hacer una especialidad en Cirugía plástica o Cardiología, metas para las que se ha preparado desde muy niña.
Y es que la estudiante, que este año también participó en la presea Ingeniero Bernardo Quintana Rioja en el área de Excelencia académica, en la que obtuvo un reconocimiento por su esfuerzo, tiene claro que siempre tiene que prepararse para cumplir sus sueños y comprometerse con las actividades que le tocan.
Por ejemplo, durante la pandemia aprovechó para tomar dos cursos propedéuticos en Medicina y uno de inglés, y espera en vacaciones tomar el tercer curso propedéutico para la carrera antes de incorporarse a ella. “Lo que me ha ayudado a poder cumplir con mis objetivos es que soy disciplinada y estudiosa y, por supuesto, el apoyo incondicional, me gusta aprender”, comenta la joven.
El proceso de cambio forzado por la pandemia no ha sido fácil, pero Michelle Aguilar ha hecho lo posible por adaptarse y “una vez que logramos acoplarnos fue más dinámico, al final me gustó que haya sido híbrido, ya que me permitió hacer otras cosas, como mejorar mi inglés”, destaca la cecehachera, quien tiene el mejor ejemplo en sus padres, a quienes considera “personas muy comprometidas con lo que hacen”.
El que Vallejo valore todo su esfuerzo la llena de honor, le da más fuerzas para seguir esforzándose en lo que quiere hacer, agrega Aguilar, quien recuerda que llegar a donde está ha requerido de desvelos; de, a veces, tener que escoger entre ir al cine o seguir estudiando, pero para ella, estas elecciones sólo reafirman lo que quiere ser en la vida.
“Quiero hacer varios doctorados, viajar por el mundo, estar lo mejor preparada posible, ser reconocida por mi trabajo y representar dignamente a nuestra máxima casa de estudios”, expresa la joven quien, tras sus esfuerzos, pudo despedirse del plantel con el Cecehachero Music Fest, que le encantó porque pudo disfrutar de sus compañeros y se divirtió mucho.
“El que me den la oportunidad de decirle algunas palabras de aliento a mis compañeros me llena de orgullo, porque no hay que rendirse, porque aprendemos más de nuestros errores que de nuestros aciertos, lo que me recuerda una frase de Mario Benedetti que me marcó mucho: ‘la perfección es una pulida colección de errores’, concluye Michelle.
