dramaturga universal

Luisa Josefina Hernández

El legado docente de la dramaturga universal

Luisa Josefina Hernández
El legado docente de la dramaturga universal

A pesar de que no se cuenta con volúmenes de teoría dramática de su autoría, la influencia de la dramaturga mexicana Luisa Josefina Hernández en el desarrollo de la escena nacional ha sido determinante para poder construir obras de determinada manera, aseguró Olivia Barrera, fundadora de la compañía Teatro Isla de Próspero del CCH.

Como parte del ciclo ¡Viernes, Teatro, Acción!, que organiza la compañía, la doctora Barrera destacó que su teoría se encuentra en las notas de muchos de sus estudiantes, pues no le gustaba encasillar al teatro. 

“Estuvo dispuesta a poner la literatura dramática en un embudo para destilar cada género y descubrir su esencia y no dejarse de sorprender”, agregó al hablar sobre el legado intelectual y artístico de la dramaturga mexicana, quien en 1955 obtuvo una maestría en Letras con especialidad en Arte Dramático, que le valió a la novelista y traductora ocupar la Cátedra Especial en Teoría y Composición Dramática, “con la cual ha formado a muchas generaciones de teatreros“.

Recordó que una de sus mayores aportaciones es la teoría en torno a los géneros dramáticos y la definición del dramaturgo o dramaturga, como alguien que dota a la obra de un tratamiento distinto, dependiendo del criterio que gobierna su creación: interés anecdótico, profundidad dramática, construcción formal heredada de la tradición o rigor para una demostración de interés colectivo.

Cuando hablamos de Luisa Josefina Hernández “estamos ante una escritora versátil, abundante y atípica, porque además de ser una teórica del teatro, es una dramaturga y narradora que no es una situación común”, señaló en su oportunidad el profesor Juan Alberto Alejos.

“Es una escritora anfibia porque se mueve con mucha libertad tanto en la novela como en la dramaturgia”, esto no es algo común entre los escritores, por sencilla que parezca la idea, refirió el docente del plantel Naucalpan.

Luisa Josefina, agregó, es abundante porque tiene más de 70 obras dramáticas escritas, varias de ellas inéditas y otras que ya no se han vuelto a editar, por lo que es importante hacer un trabajo de lectura y reedición de su obra para no perder su legado, que se complementa con 20 novelas, entre las que destacan: Nostalgia de Troya, La plaza de puesto santo y Como los gorriones; y como dramaturga, Las bodas y En una noche como ésta.

Más adelante, explicó que cuando la dramaturga escribe teatro se nota que está pensando en el foro, los actores, la iluminación y todos los elementos que componen el espacio de representación teatral.

Por lo mismo se debe mantener la atención, entretenimiento, interés y pasión del espectador por lo que está ocurriendo en la escena, y para ello hay que incrementar todos los estímulos a su alrededor.

En su oportunidad, recomendó a los profesores de teatro del Colegio revisar la obra La calle de la gran ocasión, compuesta por obras breves que permiten observar caracteres y la técnica de buen oído, para poner puestas en escena con los alumnos del Colegio.

Además de la obra Los grandes muertos, que se caracteriza por ser una saga monumental de una familia campechana, donde se dan una serie situaciones en múltiples géneros literarios, belleza, composición y humanidad, obra de Hernández, quien también es traductora, ensayista teórica, crítica dramática y tiene más de 40 años dedicada a la labor docente.  

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