El Sol, nuestra estrella, guarda cosas interesantes, por lo que es importante observarla y vigilar cómo es su comportamiento, su actividad para predecir, a través de modelos científicos, sus efectos en nuestro planeta, afirmó Mario Rodríguez Martínez, de la Escuela Nacional de Estudios Superiores Morelia, al dictar la conferencia “Paseo por la cromosfera y el disco solar”, organizada por el Programa Jóvenes hacia la Investigación en Ciencias Naturales y Matemáticas (PJICNyM) y que se dirigió a los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades.
Al dar la bienvenida al ponente, la directora del plantel Oriente, María Patricia García Pavón, dijo sentirse orgullosa de que el científico es un egresado de ese plantel, “un experto que nos llevará por un viaje a través del espacio para conocer nuestro Sol de una manera mucho más cercana, pero también para conocer los fenómenos que en él ocurren y su influencia en nuestro entorno. Además, no invita a explorar otras vías para llegar a la ciencia y demostrar que el camino es posible desde el bachillerato a través de su acercamiento con programas como Jóvenes hacia la Investigación. Espero que después muchos de nuestros alumnos se dirijan a la ciencia”.
Actividad solar intensa
Actualmente, explicó el académico, dependemos de la tecnología para poder desarrollar nuestras tareas cotidianas, pero quizá pocos sepan que mucha de ésta se podría ver afectada si en algún momento se presentara una tormenta magnética intensa debida a un fenómeno que se produce en el Sol; es decir, nubes de plasma a grandes velocidades “por arriba de los 500 km por segundo”, las cuales pueden afectar las telecomunicaciones o bien, observarse fenómenos, como son las aureolas boreales o australes que se visualizan en el planeta Tierra.
“Ese material que sale en el medio interplanetario y viaja a 150 millones de kilómetros puede llegar en algún momento a interactuar con nuestra magnetosfera terrestre, que está conformada por el campo geomagnético de la Tierra y puede chocar y provocar, por un lado, ver aureolas boreales en el hemisferio norte o aureolas australes en el sur, pero además se pueden inducir corrientes eléctricas en algunas subestaciones eléctricas o inducir alguna transmisión electromagnética que pueden interferir en las telecomunicaciones como de la aviación o satélites”.
El experto en física espacial señaló que el Sol tiene varios ciclos, pero hay uno particular y es el más importante, es un ciclo solar de 11 años donde ocurre un fenómeno en el que el campo magnético de la estrella interactúa con el plasma, lo que provoca que las líneas del campo magnético se peguen, se enreden y generen una tensión tal que a veces llegan a romperse y crean regiones activas (manchas solares) que cuando se rompen lanzan material hacia nuestro planeta; cada 11 años el Sol tiene ese tipo de actividades.
En este momento, dijo, el Sol se encuentra en una etapa que se caracteriza por un incremento en su actividad, lo que significa que se verá en los próximos años un aumento en las manchas solares, “por lo que tenemos que estar vigilándolo”.
Para finalizar, el ponente compartió que su interés por la ciencia inició en el Programa Jóvenes hacia la Investigación en Ciencias Naturales y Matemáticas en el plantel Oriente y gracias al impulso de sus profesores. “Lo que he hecho ha sido gracias a este valioso Programa que tiene la Universidad en nuestro bachillerato; muchos de los jóvenes, entre ellos yo, empezamos a vincularnos y gracias a maestros como Felipe Patiño, Enrique Soto y otros, impulsaron mi carrera, ojalá y varios de los jóvenes se animen a estudiar y adentrarse al mundo de la ciencia, a la parte astronómica o bien, en otras áreas”.
