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Güeros, un viaje de descubrimiento

La cinta de Ruizpalacios cuenta hechos durante la huelga en la UNAM

Güeros, un viaje de descubrimiento
La cinta de Ruizpalacios cuenta hechos durante la huelga en la UNAM

Alonso Ruizpalacios se consagró como uno de los directores más reconocidos de su generación desde sus inicios con su ópera prima Güeros, el viaje de un grupo de amigos por toda la Ciudad de México buscando a Epigmenio Cruz, el músico que pudo salvar el rock nacional y una vez hizo llorar a Bob Dylan.

Entre este grupo de amigos está Sombrilla (Tenoch Huerta) y Thomas (Sebastián Aguirre), dos hermanos que conocen y recuerdan en la música de Epigmenio a su padre que se ha ido.

De forma paralela, Sombrilla se encuentra en un limbo en su vida,  pues la UNAM lleva meses en huelga y él no se siente parte del movimiento pero tampoco se posiciona en contra, únicamente observa desde lejos lo que está pasando.

Güeros es un viaje de descubrimiento para los personajes, algunos como Ana (Ilse Salas) descubren que su lugar siempre ha sido donde permanecieron; otros se dan cuenta dónde están parados y con quiénes van a permanecer. Una sonrisa en el último plano muestra de fondo cómo la ciudad atraviesa una revolución y dónde está el hogar de Sombrilla.

Imágenes hipnóticas, la cotidianidad citadina, el blanco y negro que resalta los contrastes y una ciudad que, sobre todo se siente viva, hace que Güeros, además de la historiada de sus personajes, se convierta también en un manifiesto fílmico de lo que representa el centro del país, desde su belleza en el centro, sus barrios característicos de un México real y sus juventudes representadas en la primera línea de lucha contra el gobierno.

Cada uno de estos lugares habla de un México distinto,  pero que existe y, sobre todo, me concentraría en el reflejo de la juventud universitaria.

Güeros, si bien no se posiciona a favor de un movimiento social o estudiantil, sí retrata la realidad universitaria y reflexiona sobre la identidad de los estudiantes líderes de movimiento, pero también de los que no sienten pertenencia.

Las imágenes de los estudiantes, la asamblea y los espacios tomados son tan reales que para cualquier estudiante el ambiente se sentirá familiar o incluso como un hogar.

Ruizpalacios fotografió con lealtad el espíritu revolucionario que se gesta en la UNAM, ni de manera crítica ni en favor, más como si fuera un documental, (re)creando escenas con un cargo simbólico importante, como los estudiantes interviniendo el mural de Siqueiros.

El personaje de Ana representa ese espíritu de revolución, Sombrilla es la antítesis, alguien indiferente que no encuentra identidad en la huelga, ambos se atraen y aunque parecen destinados a amarse, al final cada uno encuentra su hogar en diferentes puntos.

Es como el mismo personaje menciona en el monólogo final, “la vida es muy distinta para todos y muy profunda”; sin embargo el resto del mundo no ve eso, ellos ven en los demás únicamente una visión simple, básica y plana de la realidad, la observan sólida.

Si la vida fuera una estación de trenes, Ana es quien va y viene en los trenes, mientras que Sombrilla se mantiene, no por consuelo o porque no pueda moverse, si no porque es un poeta y encontró su hogar lejos de Ana. Dudas y sugerencias a luis@cchfilmfest.com 

 

El dato

Güeros filmó muchas escenas dentro de la UNAM con apoyo del mismo espacio universitario.

El guion se escribió y reescribió en un periodo de alrededor de 12 años hasta que se pudo producir.

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