El Colegio de Ciencias y Humanidades fue y sigue siendo un proyecto innovador que, desde sus inicios en 1971, “tuvo una gran aceptación del pueblo de México, y que se estableció en el momento más oportuno, para dar solución a uno de los problemas más apremiantes de la época en materia educativa”, dijo Piedad Solís Mendoza, profesora fundadora del plantel Naucalpan, en la ceremonia por los 50 años del CCH.
Justo en el tiempo y momento exacto nació el gran proyecto de “la creación del CCH, que revolucionó la enseñanza media superior en México, a tal grado que hoy en día cuando los jóvenes hacen su examen para continuar su enseñanza media superior, sus primeras opciones son los planteles del Colegio”.
En 1971, “la UNAM pensó en un bachillerato que albergara a un mayor número de jóvenes mexicanos de todos los estratos sociales, pero con una idea renovadora y moderna, dimensionando la calidad de su enseñanza, dando así, un vuelo importante a la educación media superior y bajo esa mística nació lo que hoy todos conocemos como el CCH”. Cabe decir, que quien dio vida a ese gran proyecto fue el rector Pablo González Casanova, quien propuso transformar la enseñanza tradicional y enciclopédica por una enseñanza activa, libre y consciente, de donde emanaron los principios que rigen nuestro Modelo Educativo: Aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser.
“Si en 1971 no se sabía, bien a bien, qué era el CCH, hoy es uno de los Colegios más prestigiados del país”. El Colegio no sólo fue importante para solucionar la demanda a la enseñanza media superior, sino, para muchos de nosotros, dio la gran oportunidad de ser profesores. Por ello, damos las gracias de ser parte de este monumental proyecto, al doctor Pablo González Casanova, ex rector de nuestra Máxima Casa de Estudios.
