En la transformación que han experimentado las sociedades contemporáneas, el deporte ha pasado a ser, desde finales del siglo XX y lo que transcurre del XXI, el fenómeno social más conocido universalmente, sobre todo por los medios de intervención que tiene y sus relaciones para con los diferentes grupos sociales.
Son conocidas sus influencias positivas, tanto a nivel escolar como en atletas de alto rendimiento.
Desde sus orígenes, el hombre y la actividad física crecieron de la mano, siendo en un primer momento la adaptación y la supervivencia a una naturaleza hostil y competitiva. Posteriormente, los ritos, juegos y danzas constituyeron un legado que dejaron nuestros ancestros en sus relaciones con las actividades físico-deportivas y/o recreativas.
La vida del hombre transcurre en grupos, mientras que la actividad física existe a través de la acción. Los seres humanos tienen otra forma de asimilar las actividades y es la llamada habilidad que frecuentemente se utiliza en la condición de saber hacer, donde el sujeto aprende a realizar las acciones de una manera más perfecta y racional, apoyándose en experiencias anteriores. Se aprende a dominar las actividades prácticas que facilitan una regulación racional en el actuar.
Es por ello que la habilidad ha sido considerada de dos maneras diferentes: como la forma más elemental de realización de una acción y también como la manera más perfeccionada de realizar dicha acción.
En el primer caso, se trata de habilidades elementales, relacionadas todas ellas con las primeras etapas de adquisición de los conocimientos. Mientras que la habilidad perfeccionada es una habilidad de orden superior, ya que presupone, de hecho, la asimilación de conocimientos y la formación de hábitos como componentes previos y esenciales para lograr un alto nivel de ejecución.
Al abordar las habilidades motrices en la actividad pedagógica deportiva, se propician aquellas concesiones que definen la habilidad como el dominio de la acción que permite una regulación racional de la actividad con ayuda de los conocimientos y hábitos que el sujeto posee.
Particularmente, en la actualidad se entiende por entrenamiento deportivo: a toda enseñanza organizada, que esté dirigida al rápido aumento de la capacidad de rendimiento físico, psíquico, intelectual o técnico-motriz del hombre.
El entrenamiento deportivo, como proceso pedagógico, es un calificativo en ocasiones muy discutido, sobre todo por aquellos que desde un paradigma plenamente cuantitativo lo visualizan como un proceso cuya exclusiva finalidad se orienta hacia la obtención de óptimos rendimientos y relevantes resultados, obviando su carácter pedagógico (educativo), sustentado en su contribución a la formación integral del deportista, desde lo físico, funcional, motriz, intelectual, socio/afectivo y cultural.
El entrenamiento deportivo como proceso eminentemente pedagógico ha permitido al hombre la posibilidad de adquirir herramientas para su desempeño en comunidad. Propicia, a través de la educación, la creación de capacidades desde el ámbito del desarrollo que, desde el proceso de enseñanza a lo largo de la vida, permite desde varias perspectivas pedagógicas y con intencionalidad, un sinnúmero de oportunidades que el entrenador debe aprovechar para incidir en el proceso de formación del atleta como ente social, y en el perfeccionamiento de la metodología particular del entrenamiento deportivo.
La pedagogía como ciencia hace parte de esta unidad conceptual, dentro del entrenamiento deportivo, cumpliendo una función integradora; consolidando una comunidad científica de pedagogos del entrenamiento deportivo que desarrollen elementos teórico-prácticos, que contribuyan a la solución de problemas en el entrenamiento deportivo, puesto que su enfoque permitirá la eficiencia metodológica requerida.
Lo pedagógico en el proceso del entrenamiento deportivo transcurre entre proveer a los atletas de adaptaciones de tipo biológico, que aseguren su desarrollo deportivo, a fin de generar un espacio formativo de un ente social a la altura de lo que la sociedad le exige, ya no sólo como deportista, sino también como ser social.
Departamento de Educación Física plantel Naucalpan Lic. Francisco Martín Pérez Bravo martin.perez@cch.unam.mx
Referencias:
Bompa, T. (1993) Teoría y Metodología del entrenamiento deportivo. Publishing Company. Lowa/Hunt.
Matveev, L. P. (1983) Periodización del entrenamiento deportivo. Ed. INEF, Madrid.
Rey Martínez, J. (2009) El grupo y el equipo deportivo. Conceptos y semejanzas. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires.
