Para muchos profesores volver al escenario presencial del aprendizaje en las aulas es un oasis porque regresan con los alumnos, lo cual significa que los pueden ver, escuchar y atender de manera directa, expresó el doctor Víctor Francisco Cabello Bonilla, catedrático universitario.
El docente participará en el Congreso sobre Investigación Educativa en el Aula desde la Experiencia Docente, del CCH, donde abordará temáticas relacionadas con el profesor-investigador.
“Es un tema complejo por lo que se debe analizar qué hacer, cuáles son los requerimientos para lograr los objetivos planteados y por qué la investigación requiere de procesos formativos con niveles de complejidad diferentes a los habituales en el aula”.
Asimismo, comentó que se debe transitar de “la oralidad a la escritura, lo que no es una tarea fácil para el profesor, pues, entre otros aspectos, se requiere ser sistemático”, sin embargo, se deben generar materiales de investigación para ser publicados en artículos, revistas y libros.
Sobre el regreso a las clases presenciales, mencionó que los profesores deben seguir con el uso de las aulas virtuales porque permiten diseñar las actividades con un plan de trabajo, lecturas y recursos audiovisuales.
Después, dijo que es necesario organizar las clases presenciales junto con los alumnos, para que de manera conjunta se revise, discuta y se establezcan los productos a presentar.
Asimismo, expresó que para la Universidad y su bachillerato la educación a distancia durante la pandemia por Covid-19 fue una experiencia muy significativa, ya que empujó a los actores educativos a un uso masivo de tecnologías, que no eran de uso común entre los profesores.
En la misma tónica, indicó que se adquirió el conocimiento para manejar las aulas virtuales, a pesar de que tenían alrededor de 10 años de haberse puesto al servicio de los docentes.
“Podemos decir que durante el transcurso del primer año de la pandemia se masificó el uso de las aulas virtuales, pues existía resistencia a utilizar alguna de las plataformas digitales, a pesar de que todos los profesores en la Universidad contamos con el recurso”, expuso.
Sin embargo, consideró importante decir que dichas resistencias son muy naturales porque intervienen diversos procesos formativos, que en parte fueron autogestivos, “por lo que hoy tenemos una experiencia desequilibrada, entre quienes nos interesamos en el uso de plataformas digitales y quienes no”.
Por último, dijo que los procesos de alfabetización digital no son fáciles, sobre todo en grupos de 30 a 40 alumnos, cuando por razones de la pandemia los profesores tuvieron que trabajar desde casa con dinámicas para las cuales no estaban preparados.
