Un gran registro fósil en México

Se tiene diversidad de mamíferos: Marisol Montellano Ballesteros

La investigadora señaló que son patrimonio nacional y es nuestro deber preservarlos

Se tiene diversidad de mamíferos: Marisol Montellano Ballesteros
La investigadora señaló que son patrimonio nacional y es nuestro deber preservarlos

En el marco del XV Seminario de Nuevas Aportaciones hacia el Conocimiento de la Evolución y Diversidad de Vertebrados, Marisol Montellano Ballesteros, del Instituto de Geología, presentó el tema “Registro de mamíferos fósiles en México,” en el que habló de las distintas especies que se han encontrado a lo largo de nuestro país, la era en la que vivieron, sus características y sus particularidades.

La investigadora se apoyó en diversas imágenes para demostrar las diferencias entre los mamíferos, resaltar la inmigración de fauna sudamericana al norte de América, así como algunos ejemplos de la megafauna del cuaternario en México: elefantes, bisontes, perezosos, lobos, caballos, venados, y osos, pertenecientes a 146 géneros, 44 familias y 13 órdenes.

“Hace más o menos 10 mil años se dio la gran extinción, justamente de la megafauna, se discute si fue ocasionada por el hombre o si tuvo que ver la parte climática, se habla también de un meteorito; son las hipótesis que se manejan, lo real es que efectivamente la megafauna se extinguió quedando las formas (especies) mucho más pequeñas o medianas, que es lo que vemos actualmente”, explicó.

México tiene un registro de mamíferos fósiles rico y diverso, aunque hay un vacío en ciertas temporalidades, su posición geográfica es importante para comprender el evento del intercambio faunístico entre América del Norte y América del Sur y qué pasó con las faunas durante las glaciaciones.

Se han hecho estudios y cálculos, pero todavía no hay una certeza si la gran extinción de se dio por el humano, ¿cuál sería la población humana para que pudiera realmente exterminar a toda la fauna? No da. Se ha argumentado que fue el humano, porque cuando surgió, migró y pobló todos los continentes, supuestamente la extinción va detrás de que aparece, afirmó la responsable del Departamento de Paleontología del Instituto de Geología.

“Esto tiene muchas incógnitas, uno de los grandes problemas es determinar cuándo se extinguieron los grupos, no hay suficientes dataciones radiométricas para decir realmente cuál fue el último, no hay evidencias, por ejemplo, cuando se halla un hueso que está marcado, automáticamente su muerte se le atribuye al hombre, pero no se sabe si lo cazó o lo utilizó a su paso”, añadió.

También se habla de la hiperenfermedad, cuando el humano fue poblando la Tierra no iba solo, probablemente estaba acompañado de ciertos animales como el perro, que lleva sus propios bichos, parásitos, virus y el hombre también, al entrar en contacto con la fauna de cada lugar, pudo ocasionar una enfermedad, supuso.

A pregunta del público, informó que en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, de acuerdo con la revista Arqueología Mexicana, se ha hecho una revisión sobre la posible presencia de restos fósiles. “Sí, hay un proyecto y se recolectaron muchísimos fósiles que están resguardados, no se sabe cuándo estarán disponibles para su preparación y estudio, hay que saber si se encontraron ejemplares jóvenes de elefantes o sólo grandes, porque ¿podría ser que ahí se iban a morir?”.

Consideró que la importancia de este lugar no son sólo los fósiles, también se han hecho dataciones radiométricas y de sedimentología, para saber exactamente de qué momento se habla, si es antes de la llegada del hombre, porque no han encontrado restos humanos, aseguró.

La profesora consideró que hace falta crear conciencia acerca de la importancia de los fósiles:

“son patrimonio nacional, pertenecen a la nación, no son propiedad privada y es nuestro deber preservarlos, conservarlos y darlo a conocer para que las personas locales y las comunidades conozcan su valor, mucha gente piensa que por encontrar el esqueleto de un elefante pueden crear un museo y hacerse de una cantidad impresionante de dinero, no es así. Falta más labor del INAH con las comunidades, para sensibilizar sobre la importancia y el valor de los fósiles”.

Al referirse al trabajo de campo con la crisis de inseguridad en el país, la investigadora comentó que durante varios años se trabajó en Chihuahua, frontera con Estados Unidos: “cuando empezamos a trabajar ahí, inició todo este problema, siempre íbamos con la gente local, acampábamos a unas cinco horas de la población más cercana, no había señal de celular, siempre viajábamos en camionetas con el escudo de la UNAM”.

“Teníamos de esas banderas grandísimas, compradas en el estadio, que poníamos en el campamento, porque estábamos tan cerca de Estados Unidos, desde donde nos vigilaban, pero éramos muy cuidadosos en los retenes, los militares nos identificaban y sabían dónde estábamos, nunca hubo un problema, hasta que en una ocasión nos comentaron que por ahí habían ametrallado, decidimos no ponernos en peligro por unos fósiles. En Baja California no hemos tenido ningún problema, llegamos a una localidad donde nos conocen y no se meten con nosotros”, sostuvo.

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