Ulises Soriano Delgado

“La ciudad tiene voz propia y hay que sentirla”

Su anécdota atrae a más lectores en las redes sociales

“La ciudad tiene voz propia y hay que sentirla”
Su anécdota atrae a más lectores en las redes sociales

A finales de la década de 1980 nació una de las editoriales mexicanas independientes más reconocidas en la actualidad: Cal y Arena, que ha publicado, entre otras cosas, libros que difunden la obra de cronistas quienes siguen el acontecer de la vida pública y turbulenta del país, en especial, en la Ciudad de México.

Debido a la pandemia y el confinamiento, las calles de la CDMX y del país dejaron de tener una vida activa y bulliciosa. Por esa razón, la editorial Cal y Arena realizó un concurso a través de sus redes sociales para llevar a cabo un reencuentro con la ciudad, usando como pretexto los recuerdos más entrañables de cada uno de los participantes, además de fomentar el gusto por la lectura.

Los flaneurs y amantes de la ciudad escribieron una anécdota llena de nostalgia por algún lugar de la capital mexicana o de alguna ciudad dentro del país. La que enamorara a más lectores se llevaría a casa un paquete de siete libros sobre la historia de la ciudad, publicados por la editorial.

Durante una semana, se compartieron varias anécdotas y la ganadora fue la de Ulises Soriano Delgado, estudiante del plantel Oriente, la cual enamoró a más de 800 personas.

El joven de 18 años, aspirante a ingresar a la carrera de Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, es colaborador de Oriente Informa, órgano informativo de ese plantel.

 “Cada vez que me adentro en las calles del centro, me convierto en turista en casa propia. La ciudad tiene voz propia y hay que sentirla mientras recorremos sus calles”, aseguró.

Para finalizar “subrayó” que participar en este concurso lo condujo a una nostalgia profunda, pues es amante de las caminatas largas.

“La pandemia me ha llevado a recluirme en casa y no visitar aquellos lugares que gozo tanto. Fue difícil decir una anécdota porque la extensión de la memoria me llevó por historias del pasado que guardo con cariño, así como personas que hoy ya no están; haber ganado me da un dejo de esperanza de que pronto todos podremos volver a recorrer las calles y, seguramente, las valoremos más.

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