Trayectorias escolares

Evidencia la efectividad de acciones y programas

El trabajo aporta información para mejorar la calidad educativa en el CCH

Evidencia la efectividad de acciones y programas
El trabajo aporta información para mejorar la calidad educativa en el CCH

Las últimas cuatro generaciones de egresadas y egresados del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), dos de ellas con estudios en condiciones de pandemia, lograron importantes avances tanto en aprovechamiento como en eficiencia terminal, debido a diferentes acciones y programas institucionales, apoyos universitarios y federales.

Estas acciones, desplegadas en el contexto escolar vivido por los alumnos, junto con mejores antecedentes de ingreso al Nivel Medio Superior, fueron soportes que no sólo atenuaron o resolvieron problemáticas de rezago y deserción, sino que también contribuyeron a una regularidad académica y formación integral para su egreso en tres años.

Así se subraya en Trayectorias escolares. Generaciones 2016, 2017, 2018 y 2019, libro de investigación, seguimiento y análisis, realizado por las profesoras Dulce María Santillán Reyes, Diana Alicia López y López y el director general del CCH, Benjamín Barajas Sánchez, quienes elaboraron este material para conocer el recorrido de los estudiantes, sus fortalezas y debilidades.

“Conocer la trayectoria escolar de los estudiantes supone para el Colegio apoyar su paso por la institución a través de diversos proyectos y programas destinados a las necesidades escolares, hacer un acompañamiento tanto en su desempeño académico como de la calidad en su formación integral”, puntualizan los autores.

 

Mayor egreso, mejor promedio

 

Reconocieron que estudiar lo que acontece con la trayectoria escolar de los alumnos es un aspecto relevante en el bachillerato que les ha permitido ver que, por ejemplo, el porcentaje de egreso en el Colegio en las últimas 10 generaciones aumentó 21 puntos porcentuales, pues mientras en la generación 2009 el egreso fue de 57 por ciento en tres años, en 2019 la cifra se elevó al 78 por ciento.

Este avance se ha manifestado con mayor énfasis en las generaciones de estudiantes que comprenden esta investigación, que compara indicadores de las generaciones 2016 a 2019, dos de ellas completamente presenciales y dos que han pasado de la presencialidad a la modalidad en línea.

En ese sentido, puntualiza el estudio, las generaciones 2016 y 2017 tuvieron 67 por ciento de alumnos que concluyeron su bachillerato en tres años, mientras que en la generación 2018 esa cifra pasó a 73 por ciento y la 2019 elevó el porcentaje hasta 78 por ciento.

En cuanto al promedio de egreso de los alumnos de esas generaciones, se observó que en tres fue de alrededor de 8.60 y en la generación 2019 alcanzó el 8.72; destaca el rango de promedios de 9.0 a 9.99 alcanzado por un 29 por ciento.

De los resultados de ingreso a licenciatura, se observó que 98 por ciento de los alumnos de las generaciones 2016 y 2019 fueron asignados a una licenciatura en la UNAM; mientras que las generaciones 2017 y 2018 tuvieron una asignación de 97 por ciento.

En cuanto a las entidades académicas donde se asignaron a los estudiantes de cada generación, los mayores porcentajes se presentaron en Ciudad Universitaria, seguida muy de cerca por las Facultades de Estudios Superiores; las carreras de mayor demanda fueron Médico Cirujano, Derecho, Psicología, Cirujano Dentista, Arquitectura, Administración, Medicina Veterinaria y Zootecnista y Biología.

 

Estrategias de acompañamiento

 

Respecto a los programas institucionales de apoyo destinados al acompañamiento de las y los estudiantes durante su bachillerato, “se encontraron actividades y programas emergentes para, en primer lugar, hacerle frente a la interrupción de clases presenciales debido a la pandemia por Covid-19 y, en segundo, para apoyarlos en sus clases en línea, evitar el rezago y la deserción escolar, además de contribuir a su formación integral.

Según el estudio, “tres partes de cada generación de estudiantes tuvieron acceso tanto a programas como a actividades destinadas a prevenir, acompañar o resolver problemas de reprobación de asignaturas; además de proveerlos de apoyos adicionales en su formación integral, como los servicios de Mediateca, Psicopedagogía, capacitación para el acceso y uso de herramientas digitales para sus clases en línea, de Asesoría y Atención inmediata a la reprobación”.

En particular, para el ciclo escolar 2020-2021 se propusieron acciones para apuntalar las clases en línea, así como para evitar el rezago y la deserción escolar. En ese contexto, se reforzaron e implementaron programas en la modalidad a distancia como el Programa Institucional de Tutoría (PIT), el Programa Institucional de Asesoría (PIA), el Programa de Asesoría en Línea (PAL), el Recursamiento Inmediato (RI), el Recursamiento Inmediato Intensivo en Línea (RIIL), el Programa de Apoyo al Egreso (PAE) y el Programa Emergente de Recuperación de los Cursos Ordinarios (PERO), el cual atendió a los alumnos que, por diversos motivos, no habían podido acceder a las clases en línea ni a exámenes extraordinarios.

Aunado a lo anterior, se presentaron otras acciones para contribuir a la formación integral de los estudiantes, como programas de becas, cursos especiales en la plataforma de Microsoft Teams y Cisco, becas de asignación de tabletas con conexión a internet y con tarjeta SIM.

Reforzamiento de propuestas académicas en el Portal Académico del Colegio, llamadas informativas a los padres de familia sobre la situación escolar de los estudiantes con problemas académicos y seguimiento de alumnos para su integración a las aulas virtuales.

Además de que se efectuaron actividades de extensión académica, cultural y recreativa, donde intervinieron los departamentos de Psicopedagogía (atención a estudiantes con dificultades especiales), Difusión Cultural y Educación Física, por mencionar algunos.

En esa línea, se encontró que 22 por ciento de los estudiantes de la generación 2016, 15 por ciento de la 2017, 20 por ciento de la 2018 y 23 por ciento de la 2019 finalizaron sus estudios en el CCH, sin requerir de programas institucionales de apoyo para la regularidad académica o acompañamiento.

En la participación de estos programas o acciones académicas se observó que 78 por ciento de los estudiantes egresados de la generación 2016 utilizó entre uno y cinco de los programas institucionales en sexto semestre.

Que el 85 por ciento de los egresados de la generación 2017 empleó de uno a seis programas; el 80 por ciento de la generación 2018 hizo uso de entre uno y siete programas y 77 por ciento de la generación 2019 se inscribió y participaron entre uno y ocho programas institucionales en el último semestre.

 

Apoyos económicos

 

Es importante señalar que el Programa de Becas se incluyó por separado debido al gran número de apoyos en ese renglón. El Informe de Trabajo 2019-2020 destaca que en el apoyo a los alumnos se logró una cobertura de 58 mil 533 becas, lo cual representó una cifra histórica, comparada con los ciclos escolares anteriores.

Dichos recursos estuvieron dirigidos al apoyo económico de los alumnos. En total, los alumnos del Colegio contaron con el respaldo de 37 tipos de ellas, algunas creadas a raíz de la pandemia por Covid-19, de las cuales sólo utilizaron 20.

Otras fueron otorgadas por distintas dependencias de la propia UNAM, el Gobierno Federal, el gobierno de la Ciudad de México, los gobiernos estatales o la Secretaría de Educación Pública.

En ese aspecto, se encontró que durante sexto semestre contaron con ayuda 84 por ciento de los estudiantes de la generación 2016; 95 por ciento de la 2017; 96 por ciento de la 2018 y 99.99 por ciento de la 2019.

Otra parte importante de la investigación se centró en la trayectoria escolar de los alumnos del Colegio. En esta parte, el análisis se realizó con base en la clasificación de alumnos regulares e irregulares por semestre en cada una de las generaciones estudiadas.

 

Regularidad académica

 

Al concluir el primer semestre en este bachillerato se observó una regularidad académica superior a 55 por ciento en todas las generaciones; “es decir, que los alumnos concluyeron su primer semestre sin asignaturas reprobadas. Cabe señalar que de 56 por ciento de regularidad en primer semestre con la generación 2016 se incrementó un punto porcentual en los alumnos de la generación 2017 y dos puntos en los estudiantes de la 2018 y 2019”.

En el paso de un semestre a otro, si bien hay un descenso en la acreditación de los estudiantes en las cuatro generaciones, se observó una recuperación notable en sexto semestre, “con cifras superiores a 10 por ciento en la regularidad académica, comparada con el primer semestre”.

Asimismo, es preciso distinguir que en las generaciones 2016 y 2017 la recuperación en la acreditación de asignaturas fue de alrededor de 10 por ciento, en la generación 2018 alcanzó 15 por ciento y la 2019 ganó 20 puntos porcentuales. De tal manera que de 58% en la acreditación de primer semestre, pasó a 78% en sexto. Cifra que, hasta ahora, coloca a esa generación con el porcentaje de egreso más alto en la historia del Colegio.

Estos resultados se presentaron en el marco de la pandemia ocasionada por el Covid-19, con una generación de alumnos que cursó prácticamente todos sus semestres en línea y que se vio fortalecida por diversos programas institucionales que apoyaron su trayecto escolar.

Elementos, todos ellos, muy importantes para el análisis de ingreso, permanencia y egreso en este bachillerato, así como del diagnóstico oportuno para la implementación de programas dirigidos a la calidad educativa, el rezago y deserción escolar.

“Mediante los análisis de datos, se pudo predecir que en las cuatro generaciones de estudiantes al término de un cuarto año de estancia en este bachillerato habrían alcanzado alrededor de 12 puntos porcentuales adicionales al egreso inicial en tres años, lo cual colocaría al Colegio como una institución de Nivel Medio Superior con bajos índices de rezago y deserción escolar”.

 

Antecedentes académicos

 

En el rubro de la investigación se atendieron tres indicadores de cada una de las generaciones de estudiantes: promedio de secundaria, resultados del Examen de Ingreso a la UNAM y nivel de desempeño en el Examen de Diagnóstico al Ingreso (EDI). Estos datos se tomaron como antecedente del ciclo de estudios inmediato anterior porque permiten un diagnóstico temprano y aportan elementos para realizar el seguimiento del desempeño académico de los alumnos a lo largo de su estancia en el CCH.

En cuanto al promedio de secundaria con el cual recibió el CCH a estas cuatro generaciones, sus datos son muy parecidos, es decir, la generación 2016 ingresó con 8.67 de promedio y la 2019 con 8.78, lo que revela un aumento discreto, pero sostenido, “lo cual dejó ver que ese aumento entre generaciones fue cobrando varias décimas, entre cada una de estas poblaciones y que estos porcentajes tienen una influencia considerable en el egreso del bachillerato”.

En las cuatro generaciones, más de 99 por ciento de los alumnos contaba en su casa con material de consulta para apoyar sus estudios. Específicamente, por arriba del 80 por ciento mencionó contar con internet, más de la mitad de la población de cada una de estas generaciones mencionó tener libros de texto y alrededor de 25 por ciento se refirió a las enciclopedias como material de consulta en casa para sus búsquedas escolares.

En cuanto a las estrategias de estudio, más de 91 por ciento en las cuatro generaciones refirió tener la costumbre de leer todo el tema. Una segunda práctica, también con alto porcentaje, fue subrayar las ideas principales, con alrededor de 80 por ciento; siguen en orden de porcentaje: elaborar resúmenes, resolver ejercicios para reafirmar el tema y hacer síntesis.

En cuanto a la variable de género, se encontró una diferencia de alrededor de cuatro puntos porcentuales mayor en mujeres y por distribución de edad más de 90 por ciento de cada generación contaba con 16 años o menos.

Respecto a la situación socio económica de las poblaciones estudiadas, poco más de 95 por ciento reconoció vivir con su padre, madre y hermanos.

En la composición familiar y el lugar que ocupan estos alumnos, más de 45 por ciento tenía un hermano o hermana, alrededor de 35 por ciento contaba con dos o tres hermanos y más de 14 por ciento en las cuatro generaciones de estudiantes declaró ser hijo único.

Con relación a la escolaridad de sus padres, entre 20 y 25 por ciento declaró que sus padres contaban con bachillerato y en los mismos rangos porcentuales con licenciatura.

En cuanto a la situación económica de los padres de los alumnos, se recoge que por arriba de 70 por ciento de las madres contaba con una actividad remunerada y por arriba de 87 por de los padres estaban en situación económica similar.

Todos estos datos, concluyen, permiten al Colegio diseñar estrategias, implementar proyectos o programas dirigidos a responder de mejor manera las necesidades de sus estudiantes, y acompañarlos en su desarrollo académico, favoreciendo su formación integral.

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