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Crónicas cecehacheras

Constancia, perseverancia, dedicación y esfuerzo, la clave

Crónicas cecehacheras
Constancia, perseverancia, dedicación y esfuerzo, la clave

En la recta final del bachillerato, miro atrás y me doy cuenta de que, como decía mi padre, todo vale, ha valido y valdrá la pena; cada esfuerzo y cada logro ha tenido su recompensa, desde que era pequeña y mi papá se esforzaba porque yo aprendiera y, al mismo tiempo, fuera divertido, hasta ahora que he madurado y me responsabilizo por lo que soy y lo que hago para ser feliz.

“Nunca pares, nunca te conformes hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor sea excelente”, son algunas de las frases que mi padre me repite desde que tengo memoria, las cuales he tenido presente en cada etapa de mi vida.

En el preescolar cuando me animaron a participar en una demostración de declamación ante una gran audiencia; en la primaria, cuando a pesar de ser reservada logré, con el apoyo de mis padres, convertirme en una alumna destacada, o en la secundaria, cuando superé la presión social y dejé de preocuparme por las expectativas de los demás para cumplir las propias.

Esa fue una buena etapa, porque me llenó de seguridad y me hizo prometerme que todo lo que hiciera sería para sentirme orgullosa de mí misma, sin querer complacer a nadie. Me visualicé de la forma en que me sentía bien y me esforcé día a día para lograrlo. Entonces supe hasta dónde quiero llegar y qué que quiero lograr. Me definen cuatro palabras: constancia, perseverancia, dedicación y esfuerzo.

Aunque sé que los resultados son para mí y los disfruto, agradezco a mi familia que ha estado conmigo siempre, especialmente a mi hermana, que es la mayor de mis motivaciones, el motor que me impulsa en los momentos complicados.

El más importante de mis logros hasta hoy fue haber sido aceptada en el plantel Naucalpan del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), porque cambió mi vida; ha sido la mejor etapa: aprendí mucho, conocí excelentes profesores y grandes seres humanos que aman lo que hacen y lo transmiten. Me siento muy orgullosa del camino recorrido con esfuerzo, empeño y mucha disciplina que me han valido bastantes reconocimientos que lo avalan Estoy muy agradecida con todas las personas que aportaron algo en mi crecimiento y formación académica.

“Sólo me queda decirme: sigue adelante y nunca te detengas, porque el que persevera, siempre alcanza”. 

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