Comisión Interna de Igualdad de Género

El camino de una ingeniera: Montserrat Galindo

Los logros son parte del conocimiento de sí mismo

El camino de una ingeniera: Montserrat Galindo
Los logros son parte del conocimiento de sí mismo

Montserrat Galindo Alvarado es ingeniera eléctrica electrónica por la UNAM y fue invitada para hablarle a los chicos del Colegio sobre los retos y logros en su camino del bachillerato en esta casa de estudios, hasta la empresa trasnacional que hoy encabeza, gracias a que desde que era estudiante encontró su pasión por los dispositivos médicos y sus posibles aplicaciones.

“Creo que los logros parten del autoconocimiento y de saber llevar esto a la práctica”, les dijo al animarlos a que aprovechen todas las posibilidades que les ofrece esta institución, para que desde un principio encuentren aquello que les apasione para convertirlo en su profesión.

En su conferencia a distancia “El camino de una ingeniera: retos y logros. Del bachillerato a una empresa transnacional”, organizada por la Comisión Interna de Igualdad de Género (CInIG) de la Facultad de Química, en el marco del pasado Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Galindo recordó que en el bachillerato siempre fue una alumna de excelencia.

Al ingresar a la facultad reprobó Estadística, algo que la pudo haber marcado, sin embargo, superó lo ocurrido y se dispuso a recorrer con todo el camino hacia sus estudios profesionales.

“Me aferré a ser egresada de la UNAM y hoy coordino una empresa transnacional, porque supe transformar los retos en oportunidades”, subrayó ante las y los jóvenes asistentes, a quienes invitó a no dejar de aprender y aprovechar las opciones que la Universidad pone en sus manos, como los idiomas, dijo, que pueden marcar diferencia en su formación.

Sobre su gusto por los dispositivos médicos, relató que éste surgió al pasar mucho tiempo en hospitales cuidando de un conocido, fue entonces que decidió estudiar el tema en un módulo biomédico.

Por aquella época, mandaba correos a todas las compañías relacionadas con la medicina para que la aceptaran y pudiera aprender más sobre el tema, y en el 2004 entró a una empresa relacionada con dispositivos médicos, donde aprendió, entre otras cosas, los procesos técnicos de los aparatos.

Luego, tuvo la oportunidad de dar capacitación técnica de los aparatos en hospitales y fue en uno de ellos donde conoció a un médico que, al ver lo que estaba haciendo, la invitó a ser parte de un equipo de jóvenes ingenieros para que, con sus conocimientos, resolvieran la parte técnica de los dispositivos médicos.

También en ese grupo de trabajo tuvo la oportunidad de estudiar y aprender leyes y legislaciones médicas y de aplicación; la manera de agilizar el trabajo y de expresar el tema del valor del producto médico, para ser adquirido por los hospitales, entre otros aspectos importantes.

De ello, recuerda la capacitación que ofreció a enfermeras, a las cuales considera personal de una vocación maravillosa; “pero, sobre todo, que lo que hacía podía, en algún punto, tocar y mejorar la salud de un paciente, ya que era una ingeniera de la UNAM”.

Por eso compartió la idea de que “la ciencia aplicada de manera correcta hace la vida más fácil, mejor y más segura para la gente alrededor en el mundo”.

Por otro lado, el mundo necesita ciencia y la ciencia necesita de la participación de las mujeres, por lo que invitó a las jóvenes a no dejar de lado su preparación y a que se sumen a esta iniciativa del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. 

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