Pablo González Casanova

Homenaje a Pablo González Casanova

Un visionario al abordar las ciencias desde la interdisciplina

Homenaje a Pablo González Casanova
Un visionario al abordar las ciencias desde la interdisciplina

“Don Pablo González Casanova sentó las bases de una transformación educativa a Nivel Medio Superior”, señaló el director general del CCH, Benjamín Barajas Sánchez, durante el homenaje por el centenario de vida del exrector de la UNAM que, bajo el título 100 años de lucha y amor, organizó el Instituto de Administración Pública del Estado de México (IAPEM).

De manera presencial y a distancia, Manuel Martínez Justo, director de la FES Acatlán de la UNAM; Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH; Alberto Saladino García, investigador de la Facultad de Humanidades de la UAEMex; Laura E. Benhumea González, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMex, y Arturo Huicochea Alanís, director general de IAPEM, recordaron los aspectos más significativos del científico social durante el siglo pasado y el presente tanto en México como fuera de él.

Benjamín Barajas se refirió a la visión educativa que plasmó González Casanova en el Colegio de Ciencias y Humanidades. Desde los años cincuenta del siglo pasado, en 1953, imaginó un sistema de bachillerato donde la cátedra tradicional transitara a una democracia escolar entendida como la participación y el diálogo de profesores y alumnos en torno a los contenidos de aprendizaje, la adquisición de una cultura media o la disminución de materias y de horas de estudio en los salones de clase y el desarrollo de la interdisciplina.

Idea que compartiría al asumir la Rectoría universitaria, es decir, una escuela cuyo centro fuera la juventud y donde los profesores y estudiantes convivieran y dialogaran de manera permanente; “el verdadero profesor es aquel que sigue estudiando y el verdadero estudiante es aquel que también aprende a enseñar (…) La creación del CCH es el resultado de la voluntad inquebrantable de nuestro Rector que en poco más de dos años de rectorado sentó las bases de una transformación educativa a Nivel Medio Superior que aún continúa”.

Para él, comentó, la educación tiene un componente liberador, como lo concebía el brasileño Paulo Freire, pues hay que preparar a la juventud para entender el mundo y también para transformarlo, y de la misma manera influyeron las propuestas del francés Célestin Freinet respecto a la imprenta escolar y la escritura como medios para reforzar los vínculos comunitarios.

Por lo anterior, el directivo agradeció al sociólogo la concepción de una utopía escolar que sigue vigente, “ahora más que nunca en medio de las transformaciones de los sistemas educativos por la influencia de las nuevas tecnologías y las redes sociales, en la era de la información saber regular los procesos de adquisición de los conocimientos a través del aprender a aprender resulta fundamental”.

Luego, Manuel Martínez afirmó que González Casanova es uno los mejores sociólogos de México y de América Latina, el primero en obtener el grado de doctor en Ciencias Sociales, un hombre que contribuyó a esta disciplina en México y al desarrollo de la UNAM.

Un innovador y constructor de instituciones que fortaleció al bachillerato universitario con la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades, pero que también “tuvo la visión de que la Universidad Nacional debía ir más allá de la educación de las aulas, impulsó la creación del Sistema de Universidad Abierta, que ha atendido a una gran parte de la población mexicana que no tiene la oportunidad de ir a las aulas, pero sí la intención de formarse”.

Y sobre el desempeño en su disciplina, contribuyó a entender a México y a Latinoamérica, se le atribuye la modernización del pensamiento social, y como Rector fue un gran defensor de la autonomía de la Universidad, así como también de que los programas gubernamentales que se orientaran a las mejoras salariales y laborales.

Al leer su perfil biográfico, Alberto Saladino destacó que la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades por parte de Pablo González Casanova fue un acto del mismo nivel como lo realizado por Benito Juárez con el nacimiento de la Escuela Nacional Preparatoria, un siglo atrás.

El académico enumeró algunos de los organismos que encabezó el homenajeado, como ser secretario general de la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior, de 1953-1955; director de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales, en 1957; presidente del comité directivo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, en 1959; director del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, en 1966; presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología, en 1968; Rector de la UNAM, en 1970; fundador y director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, en 1986, entre otros.

González Casanova, definió, es un intelectual heterodoxo de izquierda, marxista, pensador antidogmático, crítico y libertario, quizá su acción más perdurable la constituya su espléndida labor educativa, su papel como Rector de la Universidad y su defensa de la autonomía, democracia, descentralización, libertad de investigación y cátedra, así como la promoción de la cultura para bien de la sociedad y su actuación con base en principios éticos.

Por su parte, Laura E. Benhumea lo calificó como uno de los más destacados ideólogos mexicanos mexiquenses contemporáneos y autor de numerosos estudios en el terreno de la historia, la política y la sociología, sin lugar a duda, un visionario en el abordaje interdisciplinario de las ciencias. Insistió en la necesidad de unir a las ciencias de la naturaleza a las ciencias humanas para asegurar a la humanidad una vida agradable.

Y ha dejado huella en el quehacer científico, dijo, su texto La democracia en México es considerado esencial para el análisis político del México posrevolucionario, para muchos intelectuales y académicos este trabajo es el primer gran estudio general del sistema político contemporáneo hecho por un mexicano desde una perspectiva mexicana y académica.

“Es un autor que posee la cualidad de crear y proponer teorías, es un teórico que observa fenómenos sociales, los problematiza, los conceptualiza, reflexiona sobre ellos y los regresa con propuestas de pensamiento, pero también como propuestas de solución, es decir, interviene en la vida pública”, precisó.

Para finalizar, Arturo Huicochea refrendó la vigencia de sus principios y actuar en el acontecer nacional. “México requiere de sus mejores demócratas, como él, personajes que cumplan sus características de ser un nacionalista, pero de cultura universal, un transformador, un revolucionario en el marco de la legalidad, un hombre de convicciones profundamente sociales, pero siempre con visión de Estado, un hombre realista que jamás ha abandonado sus ideales, un estudioso de los procesos electorales concentrado en sus efectos sociales, un soñador y, sobre todo,  un realizador.”

Hombre de letras, de estudio, de trabajo, de familia, de convicciones y, sin duda, hombre de bien, en pocas palabras: demócrata, legalista, federalista, socialista, destacó.  Por lo que, “hoy rememoramos que lo buscamos y demandamos su auxilio, como la tripulación a la deriva en busca del faro que nos dé luz, dirección, pero sobre todo esperanza en la democracia como la entiende él, no como una estructura jurídica y como un régimen político sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, político y cultural del pueblo”. 

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