Aprenden maniobras que les permitirán atender emergencias

Taller de primeros auxilios

Aprenden maniobras que les permitirán atender emergencias

Taller de primeros auxilios
Aprenden maniobras que les permitirán atender emergencias

Trabajadores de la Dirección General del CCH asistieron al Taller de Primeros Auxilios, impartido por personal de Protección Civil de la UNAM, para capacitarse ante eventualidades que pueden surgir en el ámbito laboral.

Carlos Saldívar, jefe del Departamento de Comunicación y Capacitación —parte de dicha dependencia universitaria—, impartió el curso y especificó que el objetivo es proporcionar los conocimientos y habilidades básicas para “ofrecer una adecuada atención de primeros auxilios a una persona lesionada o enferma, con el propósito de garantizar una atención primaria de calidad en su rol como primer respondiente”.

Para esto, indicó que lo primordial son las vidas de las personas con base en la fórmula vida-función-estética. Lo anterior significa que si ayudar implica generar un problema adicional, aun así se debe intervenir.

Además, el taller  ofreció a las personas los conocimientos básicos y puso a su disposición una “caja de herramientas” para que sepan qué hacer en las distintas circunstancias posibles.

Sobre la atención a quienes sufren percances, resaltó que en la actualidad la población civil tiene una labor fundamental, ya que es la responsable del acercamiento inicial, de valorar a la persona, llamar a los servicios de emergencia y aplicar los primeros auxilios.

“Estos son los primeros tres pasos de la cadena de supervivencia, según la Asociación Americana del Corazón, el resto es soporte vital avanzado, cuidado posparo cardiaco y recuperación, adjudicados a los servicios de salud”, dijo.

En cuanto a cómo llevar a cabo los primeros auxilios, expuso que primero se debe garantizar la propia seguridad, “no arriesgarse ante la situación y, de ser posible, contar con el material necesario (guantes de látex, cubrebocas, gafas), para evitar exponerse a uno y a la persona afectada”.

Después, es importante realizar la evaluación de la escena.

Primero se debe observar si hay elementos que causen un riesgo para la ayuda. Una vez descartado, se procede a hacer contacto por medio de comunicación oral e identificación con el fin de cerciorarse si la persona está consciente y así obtener su consentimiento.

En caso de que el afectado esté consciente y se obtiene una confirmación, se puede  brindar atención.

Saldívar mencionó que cuando una persona está inconsciente se debe realizar el CAB (pulso, apertura aérea y ventilación). En el primer paso se  coloca al afectado sobre una superficie rígida y se toma su pulso con los dedos anular y medio.

Para la apertura aérea se debe colocar la cabeza del individuo en una posición hacia atrás empujando la frente y el mentón. Por último, la ventilación puede ser soplando a la boca de la persona o hacerlo directamente, de boca a boca.

Se continúa con la evaluación primaria, que implica lo mencionado del estado de conciencia, la verificación del pulso, vía aérea, checar la ventilación e identificar si existen hemorragias externas de importancia.

El experto dijo que en la evaluación secundaria se toman los signos vitales, se realiza una exploración visual física de cabeza a pies y se busca obtener información adicional sobre el estado de salud de la persona.

 

EJERCICIOS PRÁCTICOS

Los asistentes practicaron los pasos del CAB tomándose el pulso carotídeo. Después, efectuaron el procedimiento de apertura aérea y ventilación con la guía de Carlos Saldívar con maniquíes de resucitación cardiopulmonar/traumatismo.

Sobre la obstrucción de la vía aérea (OVA), la cual puede ser anatómica o causada por objetos extraños, así como total o parcial, se debe identificar el tipo de obstrucción notando si la persona afectada produce sonidos o se escucha el paso de aire (parcial) o no hay ninguno (total). Para ello, es necesario presentarse con la persona y avisarle que se le ayudará.

Para atender la OVA se realizó la maniobra de compresión abdominal (antes maniobra de Heimlich). Esta consiste en comentarle a la persona que le ayudará y el asistente se colocará detrás del paciente.

“Debe rodearlo con los brazos colocando la mano diestra empuñada por encima del ombligo (dos dedos por arriba), poner encima de la mano diestra, la mano no diestra y comprimir hacia adentro y hacia arriba”, dijo.

Esto debe realizarse hasta que se resuelva la obstrucción o el paciente caiga inconsciente. Para su práctica, los participantes hicieron una simulación con sus compañeros. Saldívar resaltó que el procedimiento es altamente efectivo.

Por último, se llevó a cabo la reanimación cardiopulmonar (RCP), la cual se aplica en casos graves y consiste en una serie ordenada de maniobras que permiten mantener la respiración y el pulso.

“Es muy importante realizar la maniobra de la manera más exacta posible, ya que cualquier error reduce su porcentaje de éxito”, aclaró Saldívar.

Asimismo, dijo que existen dos maneras de efectuar esta maniobra, pero ambas parten de recostar a la persona en una superficie dura.

En la primera forma se debe verificar el pulso, ubicar el apéndice xifoides y colocar las manos entrelazados dos dedos arriba; después, realizar 30 compresiones con los brazos en un ángulo de 90 grados y con el peso del cuerpo, minimizando el tiempo entre compresiones. De forma posterior, abrir la vía aérea y realizar dos ventilaciones. Continuar el procedimiento hasta que llegue la ambulancia.

La segunda técnica consiste en realizar el RCP sólo con las manos. Para ello, deben ubicarse al centro del cuerpo e iniciar compresiones de manera fuerte y rápida con una frecuencia de 100 a 120 compresiones por minuto.

Debido a la dificultad de llevar la cuenta, Saldívar explicó que “la música es una gran aliada” y algunas canciones pueden ayudar. Para la práctica se utilizó la canción Stayin´Alive de la banda Bee Gees, por lo que se usaron nuevamente los maniquíes.

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