Con la asesoría del profesor Carlos Miguel Crespo Ortiz, alumnas de segundo y sexto semestres del plantel Vallejo trabajan en nuevos proyectos con el Sistema de Laboratorios para el Desarrollo y la Innovación (Siladin) y la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuatitlán, cuyo objetivo es analizar diversos productos de herbolaria para el tratamiento de algunos padecimientos comunes.
Alexandra Anguiano Ortiz y Itzel Amaerni Ramírez Pérez, de sexto semestre, y Yamilet Delgadillo Luna, Kelly Fernanda Henández Maldonado y Anlia Sahron Castelán Álvarez, de segundo semestre, son las jóvenes que integran este equipo de entusiastas chicas, que dan sus primeros pasos en materia de investigación.
Las jóvenes son un claro ejemplo de la presencia de las mujeres en la ciencia, demostrando que ellas pueden ser lo que quieran y no lo que puedan al participar en una investigación, que surge como resultado de la observación de los quehaceres cotidianos de las abuelas.
Así, bajo la premisa de que la ciencia tiene que ver con nuestro entorno, este grupo de alumnas ha logrado rescatar las tradiciones ancestrales, readaptándolas a una sociedad contemporánea, además de reafirmar la trascendencia que tienen las mujeres en la ciencia.
En Vallejo, como en todo el Colegio, el uso de los laboratorios en la enseñanza de las ciencias experimentales favorece y promueve el aprendizaje, pues le permite al estudiante cuestionar sus saberes y confrontarlos con la realidad. Además, pone a prueba en las prácticas los conocimientos que adquiere en las clases, especialmente tras dos años de modalidad en línea, en un momento en el que poco a poco termina el confinamiento y se comienza a ver a los jóvenes usando los laboratorios para beneficio de la comunidad y de la sociedad. Seguramente tendremos más noticias de estas investigaciones y de sus resultados, pues es un orgullo para Vallejo tener a jóvenes interesados en la ciencia.
En México, la práctica de la herbolaria es tan antigua como socorrida en la sociedad, donde es común el uso de plantas con fines medicinales, como el toronjil, que es usado para padecimientos gástricos y enfermedades nerviosas.
El uso de los laboratorios pone a prueba los conocimientos que adquieren en las clases, especialmente tras dos años de enseñanza a distancia.
Con esta labor rescatan prácticas ancestrales y ponderan papel de la mujer en la ciencia.
