Docentes del Área de Ciencias Experimentales exponen las dificultades que enfrentaron durante la pandemia para trasladar sus prácticas de laboratorio al sistema de clases a distancia y las alternativas que utilizaron para llegar de la mejor manera a sus alumnos, en el número 2 de la nueva época de la revista Ergon, que estuvo dedicado a la Ciencia y el Juego.
En el editorial, Benjamín Barajas, director general del CCH, destaca que el Colegio ha sido punta de lanza en la implementación de estrategias didácticas, aplicaciones y plataformas que sirven para incentivar en los cecehacheros la búsqueda de información para entender el mundo de la mejor manera desde todas las áreas del conocimiento.
Maribel Alanís, del plantel Azcapotzalco, en su colaboración “Laboratorio en casa como una actividad asíncrona para demostrar la plasmólisis y ósmosis”, señala que las actividades asíncronas permiten a los estudiantes trabajar a su ritmo y el hecho de hacer un experimento en casa les da la oportunidad de monitorearlo y recabar información para su elaboración. Apunta que utilizar las herramientas digitales fomenta el desarrollo de habilidades en los estudiantes. El uso de Genially permite a alumnos y docentes realizar diversos materiales.
En el “Impulso al pensamiento científico mediante la T de observación”, Silvia Hernández, de Azcapotzalco, presenta la implementación del instrumento de evaluación formativa, llamado T de O/E, para facilitar que los alumnos desarrollen la habilidad para asociar observaciones con teoría, distinguir entre hechos e inferencias y, así, valorar la evidencia, para que como futuros ciudadanos sean capaces de participar razonablemente en decisiones sobre asuntos socio-científicos comunitarios.
Maritza López, de Naucalpan, y Sandra Guzmán, de la Facultad de Química, se refieren al uso de la aplicación de Geometría Molecular para determinar las propiedades de compuestos orgánicos como herramienta para aprender a aprender, en un entorno virtual.
Afirman que su uso apoyó la asignatura de Química y muestran evidencias de que los alumnos comprendieron los aprendizajes propuestos en el programa y fueron capaces de identificar diferentes grupos funcionales y predecir las propiedades de compuestos de acuerdo con su polaridad y estructura.
“Educaplay y Kahoot. Aplicaciones para la gamificación de las clases en línea” es una colaboración de Itzel Pérez, del plantel Oriente, en la que plantea que la gamificación favorece la motivación del estudiante y capta su atención al incorporar elementos como la competencia, el premio y una estética atractiva.
Permite que realicen actividades con un mayor grado de interés y compromiso, lo que facilita la acción educativa. “Implementación de un simulador de PhET para abordar el tema de la concentración molar”, de Areli Espinosa, del Sur, señala que la implementación de tecnologías digitales en la enseñanza de las ciencias experimentales sigue siendo un reto. En el uso del simulador se mostró el entusiasmo de los alumnos al manipularlo para resolver los ejercicios propuestos y razonar en forma grupal.
“Actividad física y deporte en los alumnos del plantel Oriente” es un texto de Azucena Barba y Margarita Delgado, quienes realizaron una investigación para identificar, a través de una encuesta, las actitudes de los alumnos hacia la actividad física y deportiva, concluyeron que es favorable y ésta puede servir como punto de partida para otros estudios que promuevan hábitos saludables.
“¿Cuáles son las finalidades de la enseñanza de la ciencia en ámbitos preuniversitarios?” es el artículo de Mireya y Patricia Monroy Carreño, de Vallejo, en el que reflexionan sobre que, como docentes, tienen la responsabilidad y el reto de desmitificar que las asignaturas del Área de Ciencias Experimentales son complejas de estudiar.
En “Reflexiones del uso y aplicación de sensores por profesores de Física en el Siladin”, Rogelio Benítez, de Naucalpan, destaca que experimentar y combinar la tecnología integra y desarrolla otras habilidades en los alumnos.
