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Óscar Iván Montiel, Oro en Filosofía

Tesón, esfuerzo y voluntad para ganar caracterizan al alumno del Sur

Óscar Iván Montiel, Oro en Filosofía
Tesón, esfuerzo y voluntad para ganar caracterizan al alumno del Sur

Su afición por la lectura lo llevó hasta libros que cuestionaban las situaciones más cotidianas del ser humano, poco a poco los incorporó como sus favoritos y ese gusto, combinado con disciplina y esfuerzo, resultaron decisivos para que Óscar Iván Montiel Juárez, del plantel Sur, obtuviera su medalla de oro en Filosofía, pero ahora en la 2ª Olimpiada Cecehachera del Conocimiento.

“Mi primera participación -en la 10ª Olimpiada Universitaria- me gustó bastante, entonces cuando supe del concurso del CCH no dudé en volver a hacerlo, quería revivir esta experiencia y elegí Filosofía porque es en lo que más me siento capaz de demostrar lo que sé (…) Es bastante gratificante recibir estos resultados, saber que tu esfuerzo es reconocido por otras personas te hace darte cuenta de que si te esfuerzas lo suficiente puedes obtener lo que deseas”, expresó.

La afición de Óscar por la Filosofía inició en el Colegio. Entre sus autores favoritos están Friedrich Nietzsche y Arthur Schopenhauer, por considerar que enfrentan al ser humano, “rompen paradigmas anteriores y empiezan a cuestionar la falta de coherencia entre lo que decimos y hacemos; es decir, ponen en duda la bondad humana”.

El joven, quien cursa el sexto semestre y tiene entre sus pasatiempos practicar box y leer poesía de Jaime Sabines y Charles Bukowski, señala que dicha disciplina lo ha llevado a generar debates sobre las situaciones humanas, pero también le ha permitido aceptar nuevas formas de pensar; la filosofía sirve para cuestionar la vida misma, dijo, tras asegurar que aunque no piensa estudiarla a nivel profesional, “sé que es muy probable que toda mi vida lea filosofía y poesía”.

Para Óscar, la Olimpiada Cecehachera del Conocimiento es un acierto de la institución, ya que permite a los alumnos hacer cosas que realmente les apasionan. Al no ser obligatorias, tú decides participar y “el hecho de saber que competirás con otras personas a las que les gusta lo mismo que a ti, te hace esforzarte mucho más”.

Por ejemplo, señaló, él aprendió a “hacer notas, incluso de cada párrafo que lea, poner mi interpretación y mis pensamientos”, también le dio oportunidad a aquellos autores no famosos: “leer autores desconocidos es bastante bueno porque te encuentras gente con visiones que son muy buenas y que tienen argumentos muy sólidos,  y que de otra manera no los hubieras leído”.

Además, el alumno no contó con un asesor, así que tuvo que organizarse para salir adelante y todos los viernes estudiaba al menos una hora, “mantuve siempre la disciplina de leer y de hacer mis apuntes para mis ensayos, sólo fue un poco complicado cuando tenía que hacer tareas de otras materias”, refirió. 

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