Svetlana Alexiévich

CULTURA

Svetlana Alexiévich, la mujer que le dio voz a las víctimas de Chernóbil

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Svetlana Alexiévich, la mujer que le dio voz a las víctimas de Chernóbil

La ganadora del Premio Nobel 2015, periodista y escritora bielorrusa Svetlana Alexiévich de 67 años, es una mujer sumamente admirable por los múltiples trabajos como “Boys in Zink”, una serie de relatos sobre la guerra entre de la Unión Soviética y Afganistán, que le han dado fuerza a las voces que no tienen oportunidad de relatar sus experiencias a la prensa o guionistas de películas.

La obra que le otorga el Nobel es Voces de Chernóbil, contiene varios relatos de los sobrevivientes de la catástrofe nuclear de aquella zona. La Academia menciona que “su obra polifónica es un monumento al valor y al sufrimiento de nuestro tiempo” siendo esta apreciación muy limitada, es mucho mejor sostener, más seriamente, que Svetlana Alexiévich nos incita a la reflexión sobre cómo el ser humano esta manejando al mundo y las grandes consecuencias de estos actos.

Chernóbil es el pasado, presente y futuro; estos relatos que recopila Alexiévich nos recuerdan que aún el hombre no sabe cómo restaurar el daño y que no sólo los humanos perecieron a estas ambiciones; la periodista menciona:

“El pasado se ha visto impotente ante Chernóbil; lo único que se ha salvado de nuestro saber es la sabiduría de que no sabemos. Se está produciendo una perestroika, una reestructuración de los sentimientos”

Svetlana hace un monumento a la valentía y a la vida misma de aquellos sobrevivientes que a pesar de las enfermedades y el despojo de su vida entera, luchan cada día para tener la tranquilidad que les fue arrebatada sin si quiera entender en su momento de qué dimensiones era el problema.

Nos hace recordar el sufrimiento histórico de los animales por los errores del hombre en la tierra, en Chernóbil los animales fueron traicionados por los hombres, quien solo se ocupa por salvarse a sí mismo; las viejas tumbas y las fosas biológicas, han sido llamados “cementerios para animales.” La zona…se vuelve un mundo aparte.

Uno de los relatos que más me impresionó es donde una mujer tiene a su esposo moribundo y el médico en ves de dar las típicas palabras de consuelo, le dice: “¡No se acerque a él! ¡No puede besarlo! ¡Prohibido acariciarlo! Su marido ya no es un ser querido, sino un elemento que hay que desactivar” ¡ante esto me quedo muda! Besar o no besar. Esa es la cuestión. Acercarse o no, recordando a Shakespeare. Es una mujer valiente, embarazada, decide acercarse a su esposo y besarlo, se queda con él hasta el final; la consecuencia, perder a su hija, ella es quien recibe todas las radiaciones.

Pero ¿cómo elegir entre el amor y la muerte? ¿quién tendrá el derecho de juzgarla? y ¿quién juzgará a las madres, esposas e hijas que no se quedaron con sus esposos, hijos y padres? Nadie, porque junto a esos elementos radioactivos el cariño, el amor se vio alterado.

Svetlana Alexiévich nos recuerda que aún nos queda humanidad, que tenemos la obligación de recordarla cada día; Chernóbil y sus sobrevivientes nos lo recuerdan en estos conmovedores y heroicos relatos. El hombre tiene que aprender de la historia.

 

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