Con una invitación a leer y a escribir sobre cualquier argumento, a identificar qué temas y autores son los que más les gusta, a acercarse a talleres formativos, empezar por publicar en formatos digitales, buscar convocatorias, pero sobre todo a no desanimarse si desean inclinarse en el ámbito literario, la escritora mexicana Lola Ancira se dirigió a los estudiantes del plantel Oriente del Colegio de Ciencias y Humanidades, como parte del Ciclo Diálogos Circulares.
La actividad, que organiza la Coordinación Nacional de Literatura de Bellas Artes, y que llega al CCH a través del Departamento de Difusión Cultural, permitió a los asistentes conocer de viva voz los primeros pasos, de la también ensayista, en las letras, así como su crecimiento profesional.
Tusitala de óbitos, El vals de los monstruos, Tristes sombras y Despojos son los títulos de sus libros que comparten un común denominador: sus personajes de ficción lidian con la muerte, la locura y el encierro, historias de figuras monstruosas que surgen de la realidad cotidiana, pues los seres humanos somos capaces de hacer cosas horribles, de acuerdo con la escritora nacida en Querétaro.
Y es precisamente este gusto por lo tétrico y macabro la ha llevado a investigar diversas historias, como fue la preparación exhaustiva para su texto Tristes sombras, que hace alusión a la vida que llevaron personas encarceladas en el llamado Palacio Negro de Lecumberri, durante el siglo pasado.
Asimismo, tuvo que adentrarse a la búsqueda de reportajes, análisis, y diferentes narrativas tanto de Lecumberri como de La Castañeda, sitios donde se desarrollan varias de sus historias, algunas de sus fuentes fueron libros como El apando y Los muros de agua, de José Revueltas; Diario de Lecumberri, de Álvaro Mutis; La locura durante la Revolución Mexicana. Los primeros años del manicomio general La Castañeda, de Andrés Ríos Molina, entre otros. Para escribir hay que investigar, que lo que escribamos sea creíble para el lector, resaltó.
Sobre este texto de ficción histórica, que fue producto de la beca Fundación para las Letras Mexicanas y que está dirigido a jóvenes escritores, la autora señaló que ha sido considerado como parte de las lecturas en algunas escuelas, “algo que nunca me imaginé”; informó que también ha sido traducido al inglés y próximamente será su presentación en escenarios europeos.
Como parte de su crecimiento como escritora, Lola Ancira subraya la importancia de las becas para escritores, compartió que no siempre fue aceptada, pero que ella volvía a intentarlo, es decir, se preparaba más, definía mejor su propuesta, y así convertirse en una de las beneficiarias de estos recursos. Del mismo modo, indicó sobre los concursos literarios, donde varios de sus escritos han visto la luz al ser publicados.
Por último, se refirió a su texto Despojos, escritos que surgieron durante el periodo de pandemia, y recibieron el apoyo de la Beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el texto surge a partir de todo el cúmulo de historias de violencia que se suscitan en el país.
“Sentía la violencia y no sabía qué hacer, y la investigación fue amplia, me sumergí más allá de lo que está en redes, historias de familiares, y es así como desde mi trinchera hablé de feminicidios, secuestros infantiles, el primer cuento es sobre las madres buscadoras”, comentó.
La escritora, que actualmente se encuentra en la elaboración de una novela, animó a los jóvenes a adentrarse en las letras, a escribir sobre lo que les gusta, ya que hay un universo de temas, además de asomarse a los títulos de editoriales independientes y conocer a sus autores, y no dejar escapar la oportunidad de participar en concursos literarios.
