El FREM abrió la reflexión de qué es lo que están haciendo como profesores en esta nueva realidad, hacia dónde mira el trabajo docente, cuáles son los aspectos que hay que cuidar y la relevancia de trabajar en la opción de comunidad; de compartir materiales, trabajos, ideas y propuestas sobre cómo se ha trabajado y ver qué posibilidades hay de mejorar la enseñanza matemática para futuras generaciones.
Así lo consideró Sara Alejandra Pando Figueroa, integrante del comité organizador del Foro Reflexiones sobre Educación Matemática (FREM) del nivel medio superior, para quien, entre los aspectos que arrojó el Foro, y que son importantes de atender, están precisamente el asunto emocional y la necesidad de trabajar los valores, es decir, que el estudiante se sienta escuchado y atendido por el docente.
“El reto es justamente atender las necesidades que van presentando estas nuevas generaciones de estudiantes: la parte de generar habilidades de pensamiento matemático, sin descuidar la humana, sensible, ver cómo piensan, qué sienten, qué tienen; incluso, como conocimientos previos”, destacó.
En su opinión, el tiempo de pandemia fue como una época oscura, ya que en el regreso a las aulas se ha tenido que volver a recordar todo lo que se vio antes, incluso en la secundaria.
Algunos aprendieron, pero no de la misma manera que en presencial, pareciera que el aprendizaje fue momentáneo, por lo que hay muchas habilidades que no se desarrollaron por completo. Y para las matemáticas es un doble reto porque se requiere pensar el problema, ver las caras de inquietud de los alumnos, ver por dónde va la solución, aspectos que se pueden resolver sólo en presencial, alertó.
Se trata, entonces, de entender que la pandemia dejó estragos que se tienen que resolver, porque ahora que se regresó a lo presencial se detectó el deterioro de la atención de los estudiantes, lo cual es un doble desafío para el docente “porque es volverlos a insertar en el mundo presencial, muchos quieren trabajar sólo con las aplicaciones que usaron cuando estábamos en pandemia”.
Eso no está mal, pero la intención de la parte matemática es que desarrollen habilidades de pensamiento matemático y la única manera de hacerlo es arrastrando el lápiz.
Los profesores en el Foro detectan un cambio en las actitudes y en la forma de trabajar de los alumnos, que las aplicaciones y las propuestas que se usaron en pandemia les habían ayudado en ciertas cosas, pero ahora es urgente actualizar y mejorarlas para trabajar en presencial, refirió.
Para la profesora del plantel Sur, el espacio académico evidenció que cada vez son más los profesores que enfrentan jóvenes con depresión, angustias y miedos, por lo que es preciso atender estos temas. “Creo que parte de la formación docente tendría que sensibilizarnos sobre todo esto, a través de diplomados, talleres, cursos y, al mismo tiempo, tiene que existir atención para los alumnos”, opinó.
De acuerdo con la profesora, el encuentro con docentes de diversas instituciones permitió conocer trabajos valiosos e interesantes con la participación de la tecnología, lo que significa otro desafío: ser profesores más versátiles, utilizar todos estos recursos y generar nuevas actividades para no perder el aspecto del aprendizaje del estudiante.
Esta segunda edición se abrió a docentes del nivel medio superior no sólo del CCH, a fin de que se vaya formando una comunidad de profesores que aborden las problemáticas y reflexionen sobre lo que sucede en la enseñanza de las matemáticas.
El Foro ha logrado sumar fuerzas entre las academias de matemáticas de los cinco planteles. Al momento, con el apoyo del director general del CCH, Benjamín Barajas, “nos ha ido bastante bien, el comité organizador tiene mucha iniciativa para que esto avance y alcancemos la reflexión que tanta falta hace para generar propuestas viables de realizar con las nuevas generaciones. Esperamos integrar a profesores de otras universidades e instituciones, de manera que el Foro crezca.
En tanto, trabajan en una memoria con las conclusiones de las mesas de la edición de 2022, y una evaluación final, misma que será útil para proponer el siguiente FREM. En esta edición participaron 66 académicos, se presentaron 23 ponencias, y lo interesante fue que se dio una buena asistencia, indicó.
