Dayan Acevedo

Dayan Acevedo, orgullo cecehachero

Talento, trabajo y constancia, su combinación para triunfar

Dayan Acevedo, orgullo cecehachero
Talento, trabajo y constancia, su combinación para triunfar

Dayan Acevedo Mendoza cursa el quinto semestre en el plantel Vallejo del CCH y a sus 18 años ya es ejemplo para la comunidad, por el gran carácter y disciplina que la llevaron este año a los Juegos Nacionales de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), celebrados en Aguascalientes, donde se colgó la medalla de bronce en la prueba de puntos en la categoría Juvenil C de ciclismo.

Detrás de su logro no sólo hay decisión, también mucho trabajo que empezó a los cinco años, porque “llevo 13 años con el ciclismo, cuando tenía 5 años vi a mi hermana correr en bici y yo quería hacer lo mismo, entonces mi papá nos llevó a una carrera, gané y de ahí me empezó a gustar; corría en categorías infantiles y tenía muy buenos resultados, me gustaba ganar”, recuerda Dayan.

Sin embargo, la historia no es tan simple y en los momentos complicados el carácter de la joven ha sido determinante para continuar con su pasión por el ciclismo y subirse al podio, por ejemplo, recuerda que cuando cambió de categoría dejó de ganar, pero no dejó de intentarlo. “Ahorita soy Juvenil C y acabo de ganar la medalla de bronce en los Juegos Nacionales, fue un alivio y una satisfacción saber que otra vez pude”.

De hecho, agrega, ha tenido varios momentos así, a la baja, sabe que es parte del proceso y aguanta un poco más porque hasta el momento se han dado los resultados que ha querido.

 

La competencia

Dayan Acevedo compitió en las pruebas de puntos en la categoría Juvenil C, la prueba de ruta individual, scratch y ómnium, y fue en la primera donde consiguió el bronce. “Esperaba entrar entre las primeras 10, aún mejor si era entre las primeras cinco, cuando gané sentí mucha emoción, lloré porque recordé todos los entrenamientos en los que sufrí mucho”, dice.

Recuerda que ya respiraba por la boca, pero su papá y su entrenador no pararon de animarla. “Cuando me bajé de la bici, no podía caminar, estaba temblando, estaba muy nerviosa, entonces mi papá me cargó y me pasó a la otra bici para que siguiera moviendo las piernas y no me doliera al día siguiente; después vi a mi hermana y a mi mamá, fue muy satisfactorio estar con ellos porque han estado desde el inicio y pude compartir, que después de tanto trabajo, el objetivo se logró”.

Después de esta competencia, Dayan tiene dos semanas de descanso, para después hacer pretemporada, que comprende pasear en bici, patinar, ejercicio moderado, correr y jugar futbol, actividades físicas variadas, para que poco antes de iniciar el año comience su temporada con ejercicios más estrictos y en enero las carreras en las que irá monitoreando su progreso.

 

Quiere volver

Su estancia en el plantel fue breve, pero no por ello menos significativa; le tocó estar un semestre y un poco más, y cuando empezó la pandemia estaba fuera, compitiendo en Chihuahua, en un campeonato clasificatorio, “así que en realidad me despedí un poco antes de la escuela, aun así me encantó”.

Como es de esperarse, Dayan tiene una carga de trabajo intensa, es estudiante y atleta de alto rendimiento, dos cargas pesadas para cualquiera, y más para una adolescente, sin embargo, aunque sea complicado, busca mantener en equilibrio sus distintas facetas.

“La verdad, si no duermo bien todo el día ando enojada, así que debo dormirme a las diez y me despierto como a las seis y media, brinco de la cama, me apuro a hacer mis cosas porque quiero que todo mi día esté bien, tomo las clases, pongo atención y me gusta participar, aunque a veces me ponga nerviosa; las tareas se me complican un poco por el tiempo, pero las ordeno por prioridades para no dejar de entregarlas, a veces sí me estreso”, reconoce.

Cuando sale de casa para ir a entrenar, dice, “algo importante para mí es enfocarme completamente en lo que estoy haciendo, si estoy entrenando, me olvido de lo demás, lo mismo en la escuela: me concentro en cada clase y no existe para mí nada más”, asegura la joven.

Agrega que ahora lo que le gustaría mucho es regresar ya a su escuela, el plantel Vallejo, porque siente que las clases presenciales serían menos pesadas que las virtuales, “además quiero volver a ver a mis compañeros que siempre me han apoyado, me han animado y felicitado  por mis logros”, destaca Dayan.

Finalmente, a sus compañeros y amigos del CCH les recomienda que se acerquen a alguna actividad física, porque la práctica de algún deporte, aunque no sea de alto rendimiento, los ayudará a sobrellevar el estrés y seguro que les dará mucha energía y satisfacciones. 

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