Haber logrado un promedio general de 9.97 implicó un gran esfuerzo de su parte y el apoyo de sus profesores, familia y amigos, porque supieron estar a su lado en los momentos más difíciles, estresantes y duros de su formación académica en el Colegio de Ciencias y Humanidades, asegura Ximena Guadalupe Juárez Sánchez.
Luego de reconocer que fue un gran reto adaptarse con rapidez al nuevo sistema de aprendizaje, primero a distancia y luego híbrido, Ximena recuerda que lo más complicado de esa etapa era sentir que mantener su promedio no estaba por completo en sus manos, pues dependía de la conexión a internet, de que no se fuera la luz o de que no fallara su equipo de cómputo, lo que la hizo darse cuenta de que no todos tienen las mismas oportunidades.
Tras superar el reto, la joven de 18 años, aspirante a la licenciatura de Medicina, considera que el Colegio la ha preparado bien para enfrentar los estudios superiores, sobre todo en la materia de Biología, “donde tengo el deber de reconocer la formación que me bridó el profesor Roberto López”.
No sólo le enseñó sobre los temas de la materia o a usar fuentes confiables y a buscar conocimientos generales, “sino a no dudar sobre mis capacidades académicas para enfrentar el futuro académico que me espera en la facultad”.
Para ella, el Modelo Educativo del CCH ofrece muchas oportunidades y libertad para prepararse en todos los ámbitos, es decir, no sólo en lo académico o curricular, sino con todos los talleres extracurriculares de investigación y culturales; con las actividades deportivas e idiomas, así como los Estudios Técnicos Especializados.
“Eso nos permite descubrir quiénes somos, qué nos gusta, para qué somos buenos; en el fondo, a ser buenos universitarios desde el bachillerato”, asegura la joven cecehachera.
Otro de los aspectos a destacar, en este caso de su plantel, fue la vasta colección de libros físicos de la biblioteca y en su momento del acervo de la Biblioteca Digital, “porque al estar en ellas, puedes encontrar bastante información de todas las áreas que se imparten en el Colegio, encontrarte a ti mismo, pues los temas pueden influir o reafirmar lo que te gustaría estudiar o ser en el futuro”.
El mejor recuerdo que se lleva de Naucalpan, dice, fue su diploma en Urgencias Médicas Básicas, “pues fue un día muy significativo en el que puede convivir por última vez con mis compañeros, para contar qué sería de nuestras vidas”.
“Definitivamente soy una persona distinta de cuando entré al Colegio, pues pude poner en práctica los principios de aprender a aprender, a hacer y ser. Ahora, subraya, sueña verse con la carrera terminada y buscando oportunidades en el extranjero para continuar aprendiendo y ejerciendo la medicina en otros países”.
