Sin lugar a duda, la participación de la mujer durante los últimos años se ha incrementado en todos los sectores de la Universidad, y esto no es excepción en nuestro plantel. Ello ha permitido que exista una mejora y avance en la calidad y eficiencia en de todos los departamentos que lo integran, incluyendo sectores que anteriormente eran considerados únicamente para hombres como es el caso del departamento de vigilancia.
Esta inclusión de la mujer en la seguridad ha significado una puerta abierta de múltiples posibilidades, para el desempeño de la labor de la vigilancia en la Universidad, generando un entorno seguro para toda nuestra comunidad.
En esta ocasión reconocemos la labor de la compañera Magdely Lorena Vargas Megchum quien lleva laborando tres años como vigilante del plantel Vallejo.
Ella fue intendente por varios años, “yo no tenía intenciones de cambiar de puesto, la verdad estaba muy bien, peros mis compañeros resaltaron capacidades que uno como mujer sabe que tiene, pero nos da miedo intentar algunas cosas, porque nunca falta quien te menosprecia, al final me animaron a continuar con mi formación, así fue como, me postulé al puesto de vigilante,” comentó Vargas.
Al comienzo de su cargo ella sentía cierta inseguridad por ser mujer en un puesto que socialmente es para hombres, aun así, decidió aceptar el reto. Hoy por hoy se siente capaz y segura, además de que nunca ha sufrido ningún tipo de discriminación en su área laboral, y ha podido participar igualitariamente en todas las actividades del área, cumpliendo con todas las responsabilidades que conlleva la vigilancia institucional.
“Este trabajo ha sido muy satisfactorio para mí, es un puesto que me ha permitido conocer a los alumnos, profesores y administrativos. El tener la responsabilidad de preservar el orden en plantel es un honor, recorrer sus pasillos día a día un privilegio para mí” comentó Vargas.
A pesar de los avances en la integración de las mujeres a todos los espacios laborales, a veces los estigmas de la sociedad sobre roles de género siguen presentes, por ello, seguimos trabajando para borrar estas barreras dentro de las ocupaciones y brindar a nuestras jóvenes una verdadera libertad para elegir su futuro.
“Ser vigilante es un gran reto, pero fue importante para mi el haber aceptado este trabajo, no es imposible cumplir lo que queremos, estamos rompiendo estereotipos y este es un lugar que nos enseña lo que es comunidad.” Finalizó Lorena Vargas.
