Ángel Ruiz Zúñiga

Conferencia magistral de Ángel Ruiz Zúñiga

Pide repensar, replantear y reprogramar, en busca de mejorar la educación

Conferencia magistral de Ángel Ruiz Zúñiga
Pide repensar, replantear y reprogramar, en busca de mejorar la educación

Las respuestas a la crisis educativa provocada por la pandemia de Covid-19 sólo podrán abordarse mediante acuerdos que trasciendan la educación misma, es decir, más allá del sistema educativo, de las instituciones de Educación Superior y de los agentes educativos, enfocando a la sociedad en su conjunto, aseguró Ángel Ruiz Zúñiga, matemático y filósofo de la Universidad de Costa Rica.

“La tarea es de tal magnitud que se van a tocar todas las fibras de la sociedad, durante muchos años”, advirtió el docente, para quien es urgente establecer “pactos nacionales de carácter estratégico, lo que implica la voluntad de la sociedad, y es complejo por los diferentes agentes involucrados que deben poner de su parte y eso es algo que aún no sabemos cómo resolver”.

Al participar en el XXI Coloquio Nacional de Formación Docente de Educación Media Superior, Ruiz ofreció la conferencia magistral “Reformas curriculares en matemáticas en tiempos de pandemia y pos-pandemia”, que analizó a partir de las preguntas: ¿Cómo abordar esta problemática en un escenario aún dominado por la pandemia?, y ¿cómo deberíamos pensar acerca de esa instrumentación en la pos-pandemia?

La preocupación se centraría en América Latina, pero se consideran otros contextos internacionales, dijo, para luego referirse a algunas reformas curriculares en matemáticas hechas en las últimas décadas, en países como Canadá y la propia Costa Rica, donde encabezó al equipo redactor del Currículum Nacional de Matemáticas para la Enseñanza de Primaria y Media, del 1º y 12º grado.

Recordó que el siglo XXI ha trastocado escenarios internacionales, potenció a la sociedad, se amplió la información y el conocimiento desde la segunda mitad del siglo, y en segundo lugar se transformaron todas las variables sociales, en particular la educación y no sólo en el uso de tecnologías, sino en replanteamientos de propósitos educativos.

Lo medular en las reformas es el énfasis en las capacidades cognoscitivas superiores que se manifiestan en la práctica humana, por tanto, individual y colectiva. Entonces, la “implementación exitosa de un currículum, se da por un equipo de orientaciones, ya que se trata de una proporción adecuada, que depende del contexto”.

En ese sentido, Ruiz hizo énfasis en que la pandemia debe tomarse como una oportunidad para ver de manera diferenciada los niveles educativos, en tanto que la experticia digital plantea más diferencias para el uso no presencial por docentes y otros agentes educativos, pues no ha sido cultivada con fuerza, salvo en programas de formación docente.

Es obvio, dijo, que no se puede pretender a construir más aprendizajes de manera efectiva, sin competencias digitales y “la pandemia ha obligado a construir competencias digitales a marcha forzada”.

Las desigualdades sociales o regionales y educativas que ya existían se han potenciado con nuevas brechas, multiplicadas por las inequidades de acceso a las tecnologías, a las nuevas estrategias que el contexto requiera promover y utilizar con mayor intensidad. 

Al abordar la post-pandemia, propuso la fórmula de Repensar, Replantear y Reprogramar (RRR), “porque creo que las reformas deben ajustarse y no se trata de usar intensamente tecnología y estrategias a distancia y virtuales; es central entender que deben ajustarse a propósitos educativos; qué enseñar-aprender en el nuevo contexto y cómo enseñar-aprender en este nuevo escenario”.

También es importante que la educación se prepare para la incertidumbre, porque tenemos que cohabitar con este virus y otros vectores sociales complejos. “La ausencia de certeza va a ser la constate, entonces tenemos que preparar a nuestros agentes educativos, eso implica desde adentro fortalecer la resiliencia y la adaptación rápida a los cambios”.

Todo esto empuja a repensar, replantear y reprogramar las reformas curriculares que hemos sostenido en los últimos 30 años. También es necesario replantear el sentido de las asignaturas, tiene que haber mayor interdisciplina y transdisciplina, más niveles de integración de temas, con base en situaciones fundamentales que permitan trabajar varios propósitos a la vez, esto tendría implicaciones importantes para escuelas y colegios y en la preparación docente.

Por último, revisar los contenidos, porque no será posible desarrollarlos de la misma manera cuando se ha dado un nivel de rezago escolar tan grave y donde no se deben cercenar currículos a expensas de enfoques y objetos curriculares relevantes.

Compartir: