Ser mujer, ser científica

Ser mujer, ser científica

Fue pionera en la atención de mujeres violentadas

Ser mujer, ser científica
Fue pionera en la atención de mujeres violentadas

En México, ser mujer y ser científica no ha sido fácil, porque aquí las mujeres, en cualquier área, “tenemos que demostrar que somos mejores: estamos siempre a prueba y, por supuesto, más tratándose de temas de violencia”, aseguró la doctora Patricia Valladares, quien compartió cómo en la UNAM encontró el espacio para desarrollar su vocación y luchar por las causas sociales, que la hicieron crear un programa de investigación para atender a personas violentadas sexualmente.

Como parte de las cápsulas “Soy mujer, soy científica” que elabora el Siladin del plantel, y se difunden a través de YouTube, la profesora de la FES Iztacala recordó que al trabajar como funcionaria pública ganaba menos que sus colegas: tenía que trabajar más y le ponían tareas abusivas, por lo que siempre sentía que remaba a contracorriente.

“En mi comunidad, éramos criticadas y castigadas porque consideraban que íbamos a ‘poner el desorden’, hasta que se dieron cuenta de que no somos enemigas, sino que queremos construir una cultura de paz”, agregó la investigadora.

Actualmente, la profesora en Psicología clínica se define como una persona trabajadora, curiosa, que gusta de leer y escribir, porque como Sor Juana, dijo, “yo estudio, no sólo para saber más, sino para ignorar menos”.

Valladares, quien trabajó como ayudante de profesor de Psicología clínica antes de acabar la licenciatura, y quien actualmente imparte esa materia, recordó que en un principio quería ser psicóloga social, debido a su activismo social y familiar, pero finalmente decidió ir por la Psicología clínica, pues desde niña le impactó la violencia contra la mujer en las películas, novelas o programas, donde siempre eran golpeadas, violadas o secuestradas. “No entendía por qué siempre estaban sufriendo”, dijo.

En la maestría, eligió como investigación crear un sistema de atención para mujeres violadas, que la tomó cinco años armar, el cual se convirtió en el primer programa universitario en el país que se atrevió a atender el tema.“Quería desarrollar un procedimiento científico, estandarizado, medido y cuantificable que ayudara a las mujeres a rehacer su vida”. 

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