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Medallas Gabino Barreda

Distinguieron a exestudiantes con promedios de excelencia

Medallas Gabino Barreda
Distinguieron a exestudiantes con promedios de excelencia

María Fernanda Hernández Amaro, Kipscia Monserrat Rodríguez Alcocer, Carlos Adrián Serrano Pérez y Axel Jesús Morales Guadarrama, recientemente egresados del plantel Oriente, son cuatro jóvenes entusiastas, emprendores y dedicados que se hicieron acreedores a la medalla Gabino Barreda, por haber obtenido, al término de sus estudios del bachillerato, el más alto promedio de calificación.

La titular de este centro educativo, Patricia García Pavón, los recibió en el plantel para entregarles su merecido reconocimiento y felicitarlos por el compromiso que mostraron hacia el estudio y la Universidad, “con acciones que los benefician a ellos, pero, sobre todo, a la sociedad”.

Son chicos de 10, cada uno en carreras distintas, con la mira puesta en aprovechar los valiosos recursos que les ha ofrecido el Colegio y, ahora, la Universidad Nacional Autónoma de México, para alcanzar una formación educativa integral que les permita concluir su carrera, convertirse en exitosos profesionistas y continuar un posgrado para alcanzar la meta de servir y contribuir con la sociedad.

En entrevista, los galardonados reconocieron la empatía de profesores y profesoras, la comprensión de los mentores que los ayudaron a aprender, y señalaron a aquellos que los llegaron a desanimar; también, recordaron que la buena educación se adquiere desde las aulas y laboratorios, con la convivencia y socialización estudiantil, además de compartir con maestras y maestros situaciones que no se pueden lograr a través de una pantalla.

Ha sido complicado adaptarse a esta modalidad de estudios, señalaron los jóvenes, quienes durante el confinamiento han desplegado esfuerzo, creatividad y un fuerte compromiso personal para seguir con sus estudios de licenciatura, a pesar de sus limitaciones, de nuevas formas de enseñanza-aprendizaje y de la ausencia obligada de familiares y, especialmente, de la camaradería y las amistades, parte de esa característica de ser universitarios, adquirida en su formación cecehachera.

Quizá, señalaron, este periodo les ha ayudado a encontrarse consigo mismos, analizar lo que desean, valorar el tiempo y manejar sus emociones. 

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