Fue en el verano de 1973, a principios de junio cuando el profesor Alejandro Eusebio Vázquez de las asignaturas de Derecho l y ll comenzó a formar parte de la plantilla docente de Vallejo, a 50 años de este acontecimiento nos relata cómo fue que eligió la docencia como profesión:
Recuerdo que revisando el periódico vi publicada una convocatoria en donde solicitaban profesionales para dar clases dentro de un concepto nuevo de bachillerato, el Colegio de Ciencias y Humanidades. Pese a ser un concurso reñido con 150 aspirantes por quince plazas ofertadas y un proceso de al menos tres meses, logré ingresar como docente al plantel Vallejo.
Para el profesor Eusebio Vázquez su trayectoria como docente ha sido una gran experiencia llena de aprendizajes, anécdotas y un constante esfuerzo por desempeñar su labor de la mejor manera y haciendo que hoy en día sea uno de los pilares de nuestra institución:
Mi aprendizaje más significativo fue el de aprender a ser un verdadero maestro, me inicié sin ninguna experiencia en la enseñanza, y al igual que mis alumnos cada generación aprendía cosas nuevas tanto de la institución, de mi profesión y de mis alumnos. Ha sido a través del tiempo que un esfuerzo constante, mucho trabajo y entusiasmo me he convertido en un orgulloso docente de la UNAM.
Es una realidad que la elección vocacional de los alumnos muchas veces está inspirada por los docentes que lograron captar su atención y transmitirles la pasión por su disciplina y es así como el galardonado con la medalla por 50 años de servicio a la institución ha logrado perdurar en el corazón de sus estudiantes: “Es para mí un orgullo saber que algunos de los abogados exitosos que andan por ahí han pasado por mi aula”, señaló.
Para Eusebio Vázquez la tarea de la docencia requiere empeño, amor y una constante preparación para así poder dar lo mejor de ellos a cada generación de alumnos que transite por sus aulas, por ello, ha buscado apoyar a aquellos docentes que recién ingresan y tienen menor antigüedad en el Colegio orientándolos y aconsejándolos para que desempeñen su función de la mejor manera:
He apoyado a muchos nuevos profesores en sus tareas de docencia. Siempre he querido ser un ejemplo a seguir y dejar un legado perdurable en el CCH, que se ha convertido en mi esencia y forma de vida.
