A raíz de la pandemia, Luis Arath Cotaya y sus compañeros de clase recibieron una sorpresa de parte de su profesor, Raúl Romo, una despedida que incluyó una serie de videos, en donde se recordaba, incluso, el primer día de clases. “Me pareció muy bonito, se proyectaron fotos de las clases, y eso nos hizo sentir más cerca entre nosotros; todo acompañado de algunas frases en griego y latín”, comentó Luis.
La dinámica del trabajo, comentó el profesor, se vio interrumpida de pronto, “tuvimos que adaptarnos al trabajo en línea, hicimos el mejor esfuerzo, y al final se me ocurrió recuperar lo que se había hecho y hacer un mensaje reconociendo a los muchachos”.
Responder ante los cambios
La emergencia sanitaria trastocó todos los ambientes, incluido el educativo. Maestros y alumnos tuvieron que modificar sus dinámicas para dar continuidad a su formación. La Universidad Nacional, y el Colegio de Ciencias y Humanidades, como parte de ella, así como un sin fin de instituciones educativas alrededor del mundo, tuvieron que modificar y, en algunos casos crear, recursos virtuales para que su comunidad siguiera el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La UNAM puso a disposición recursos y herramientas para toda la comunidad universitaria, y al público en general, una amplia oferta cultural digital, así como espacios de reflexión y análisis.
Una graduación diferente
Para el profesor Ramón Mateos Cruz, del plantel Oriente, este fin de curso significó “encontrar a una generación ya vulnerable, que a sus inicios vivió la afectación del terremoto, y meses antes de su egreso se topó con las consecuencias del confinamiento.”
“Un ‘egreso virtual’, en estas circunstancias, es al menos un reconocimiento al gran esfuerzo que realizaron a lo largo de tres años de bachillerato, y los alienta a buscar nuevos ideales y retos.”
Para la maestra Leticia Ortega Montes, del plantel Azcapotzalco, el cierre del ciclo escolar, que ella organiza cada año con la presentación de los mejores trabajos de sus grupos, sólo tuvo un acercamiento previo al cierre de las instalaciones, pero sin saber que era la última vez que estaría personalmente con sus grupos.
“Los chicos quedaron muy tristes, no hubo oportunidad del abrazo y fotos, pero eso no impidió que de manera personal les enviara mensajes personalizados, que les hablara de las oportunidades que tienen. Sin duda, es muy importante hacerles un reconocimiento”.
