Tecocomulco

Tecocomulco, hito en investigación

Los ajolotes ocupan sitio privilegiado del Sistema

Tecocomulco, hito en investigación
Los ajolotes ocupan sitio privilegiado del Sistema

Al reflexionar acerca del primer cuarto de siglo del Silan, el profesor Emilio Román Hinojosa recordó que la construcción del Siladin Oriente generó grandes expectativas, pero la realidad se encargó de aterrizar el proyecto y los maestros participantes se dieron cuenta de que no iban a competir con los institutos de Física, Química o Biología, sino a fortalecer el Modelo Educativo y promover el interés de los bachilleres por la ciencia a partir de su entorno y realidad, problemas sociales, ambientales, etcétera.

En su ponencia “El Siladin, recurso para promover el interés por la ciencia y la investigación”, Román Hinojosa mencionó que una de las líneas de investigación que iniciaron a finales de los 90 y principios de 2000 en el Colegio fue el estudio de ecosistemas de agua dulce, tema previsto en los programas de Biología, para lo cual estudiaron la laguna de Tecocomulco, en el estado de Hidalgo, a unos 40 kilómetros de la Ciudad de México.

El profesor aseguró  que Tecocomulco tiene una serie de cualidades extraordinarias para emprender estudios de prácticamente todo: vertebrados, aves, mamíferos, reptiles, sobre contaminación, problemas socioeconómicos, cultura; es un crisol de posibles líneas de trabajo, “lo cual nos fascinó”.

Se investigó con el apoyo de los profesores Elvia Jiménez y Carlos Juárez, de la Facultad de Ciencias, que culminó en una Guía de Campo Ilustrada, “la cual hemos utilizado para el reconocimiento natural de aves acuáticas, donde el alumno puede ver la imagen, una breve descripción de la especie, su nombre común y científico, algunos de sus hábitats. También hicimos estimaciones de los factores físico-químicos del agua, especies acuáticas y anfibios, entre otros”.

Los docentes que participaron en las investigaciones formaron colecciones de invertebrados, de insectos acuáticos, para, a través de ellos y de una metodología, determinar el grado de contaminación del agua. Se hicieron profusas indagaciones de invertebrados, que todavía tienen en el Siladin, no sabían mucho de ellos, pero los auxilió personal del Instituto de Biología.

Los resultados obtenidos de los estudios del agua arrojaron que estaba ligeramente contaminada, lo cual fue satisfactorio porque, aunque el ecosistema esté sometido al estrés de los pescadores y la gente que vive ahí del comercio, aún se sostiene.

 

El ajolote, modelo de enseñanza

Otro hito en las investigaciones del Siladin es el ajolote. El profesor recordó que se ha estudiado desde 2005 y al que se le tiene un espacio desde 2011.

“El ajolote mexicano se ha convertido para nosotros en un modelo de enseñanza. Con él podemos abordar problemas de genética: en 2018 la revista Natura ubicó al ajolote como un modelo a seguir para los estudios de regeneración de órganos y tejidos dañados y extremidades amputadas, modelo que se utiliza a nivel mundial para la investigación científica de punta en estas disciplinas."

Al respecto, la maestra Laura Alonso Montesinos, coautora de la ponencia, se refirió a los estudios que los alumnos han hecho acerca de las cruzas de distintos ajotes, como el leucístico, que está despigmentado, con ajolotes silvestres, que son especies oscuras. Con estas investigaciones han llegado a la conclusión de que si se cruza un albino, que tiene los ojos despigmentados, con un albino dorado, resulta un leucista.

“En 2005 se pronosticaba su desaparición, ahora se ha pospuesto para 2025. Sin embargo, se ha reducido mucho su población, es más, creemos que ya no hay ajolotes silvestres”, concluyó la profesora.

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