Daniel Cassany

Conferencia magistral de Daniel Cassany

Plantea centrar la actividad en el estudiante, que aprenda a negociar

Conferencia magistral de Daniel Cassany
Plantea centrar la actividad en el estudiante, que aprenda a negociar

El gran cambio metodológico de las últimas décadas, en todos los niveles educativos, es el advenimiento de la cooperación, que va contra la competición y el individualismo, propuesta que busca convertir al estudiante en un ciudadano del futuro, uno que sepa negociar, conversar, que pueda construir cosas con otras personas, porque los humanos viven en equipo y tienen que cooperar con el resto, refirió Daniel Cassany, académico de la Universitat Pompeu Fabra, en Barcelona, España.

El aprendizaje cooperativo es una metodología concreta y humanista que sostiene que el alumno aprende más trabajando en equipo. Se trata de un grupo de personas entrenado, que se conocen, trabajan a gusto para resolver tareas y consiguen objetivos importantes, explicó el profesor e investigador de Análisis del Discurso durante su disertación en el XXI Coloquio Nacional de Formación Docente de Educación Media Superior, del cual el Colegio de Ciencias y Humanidades fue anfitrión.

Al dictar la conferencia inaugural, “Enseñanza en línea e híbrida poniendo al estudiante en el centro”, el especialista explicó que dicha propuesta funciona mejor en formato síncrono porque ofrece la sensación de proximidad de estar cercanos, de escuchar a los otros y se acerca a la presencialidad; tiene muchas posibilidades en línea, aunque también limitaciones.

El desarrollo digital ya permite integrar habla, escritura e imagen en contextos complejos de interacción cooperativa, que favorecen el aprendizaje, por lo que llamó a adaptarse y realizar un esfuerzo relevante, el cual traerá resultados fascinantes, y el futuro puede ser interesante, afirmó.

Sus principios, detalló, se basan en la cooperación contra la competición e individualismo, se trabaja con equipos, se realizan tareas comunes y organizadas: distribución y limitación de recursos, roles; se lleva a cabo una evaluación conjunta, y demanda de gran planificación en el aula.

Requiere de mayor planeación, es más lento, técnico y multitarea, destacó, es necesario planificar cada paso, y dominar los Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA). El docente tiene la tarea de crear aulas, grupos, vínculos, acceso; distribución de aprendices, gestión de chats, pizarra y documentos; de pantalla compartida, y aplicaciones; asistencia y grabación. Debe trabajar con capturas de pantallas y edición de fotos y video, dominio del teclado, entre otros.

Por lo que llamó a luchar para que el aprendizaje cooperativo tenga su espacio en el contexto actual de modelos de educación híbridos en línea esenciales con elementos sincrónicos.

Consideró que el confinamiento que se experimentó (provocado por la pandemia) provocó una regresión metodológica, parecida a la que ocurrió en 2005 cuando llegaron las plataformas digitales; en España ocurrió que los profesores universitarios descubrieron que ya no se tenían que sacar fotocopias o preparar un dossier para cada asignatura, y esta fue la gran ventaja que encontraron en las plataformas digitales, lo de subir a las plataformas fue sólo una transmisión de contenidos, “cuando lo que queremos metodológicamente es una plataforma que fomente la interacción entre los alumnos, la cooperación que esté más centrada en el aprendiz, en el grupo y que genere más aprendizaje”.

Algunas tareas cooperativas que se aplican en esta dinámica son los dramas, instrucciones escritas, limitación de recursos, portafolios. La idea básica es que el tiempo que tiene que hablar el profesor es reducido, para una clase de una hora el sólo tendría que hablar 15 minutos, el resto del tiempo los alumnos tienen que estar trabajando en gestionar equipos, escribiendo, respondiendo preguntas, escuchar al docente, entre otras actividades.

Compartió que antes de la pandemia, el Espacio Europeo de Educación Superior, que contabiliza las unidades de enseñanza y aprendizaje a nivel europeo, puso su atención no en las horas de enseñanza que desarrolla el profesor sino las horas de aprendizaje que realiza el alumno. De manera que contempla un 25 por ciento de clases, donde esté un profesor, en presencial o en línea gestionando las clases, y un 75 por ciento de trabajo autónomo del aprendiz (lecturas de textos, estudio, completar tareas y demás).

Lo anterior, refirió, fue un cambio muy importante en la universidad europea, mucho antes de que llegara la pandemia, porque se pasó a no pensar tanto en las horas de clase de una asignatura sino en lo que tenía que hacer el estudiante para aprender y cómo los profesores tenían una cuarta parte de este tiempo para intentar gestionar las tres cuartas partes restantes y alcanzar aprendizajes.

 

Modelos postpandemia  

El académico se refirió a los modelos educativos que se plantean postpandemia, como el presencial y a distancia, en la primera se tuvieron que dirigir a la enseñanza en línea; en cuanto a la distancia, tuvieron que ver lo valioso de la simultaneidad, de la sensación de estar conectados, por lo que tendrán que redefinirse.

Por otro lado, el modelo hibrido donde hay alumnos de las dos modalidades compartiendo la misma clase presencial, consideró el especialista, es la más complicada, pues se tienen que gestionar dinámicas simultáneas diferentes y es estresante para el docente.

Y el aula plus, que es básicamente presencial, pero con el añadido de una plataforma digital, un entorno virtual de aprendizaje (EVA) que puede ser Zoom, Edmodo, un lugar en la nube, etcétera; en este momento la educación superior y secundaria de España está situada en el aula plus, tiene un formato de presencialidad esencialmente, pero con determinados añadidos. En el futuro vamos a asistir a un desarrollo de este tipo, anunció.

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