Encuentros de Ciencia, Artes y Humanidades

Encuentros de Ciencia, Artes y Humanidades

Son atendidas necesidades específicas de la comunidad

Encuentros de Ciencia, Artes y Humanidades
Son atendidas necesidades específicas de la comunidad

En respuesta al incremento de la violencia y delincuencia que se presenta el país, hace siete años la UNAM, en coordinación con el Gobierno Federal, creó el Festival para la Salud Emocional; la idea era apoyar a la sociedad y, en el caso particular de la Universidad, atender necesidades muy puntuales de nuestra comunidad, destacó Ángel César Mayrén, jefe de la Unidad Académica Encuentros de Ciencia, Artes y Humanidades, de la Coordinación de Investigación Científica de la máxima casa de estudios.

Recordó que antes de que llegara la pandemia a México, hablaron con el director general del Colegio de Ciencias y Humanidades, Benjamín Barajas, quien se mostró sensible al tema y alcanzaron a visitar dos planteles: Azcapotzalco y Vallejo.

“Una de las situaciones que observamos es que los docentes necesitaban especial atención, porque ellos son los que están al frente del grupo y deben contener situaciones muy complejas, algunos estudiantes vienen de situaciones difíciles; ahora que regresen, hay que ver en qué condiciones y habrá que atenderlos”, aseguró.

Recordó que en ocasiones tiene que ver con el estilo de vida de los padres, que no siempre están con los chicos, porque tienen que trabajar o no tienen una comunicación cercana, entonces los profesores hacen un trabajo heroico, pero ¿quién los atiende a ellos?

La Universidad Nacional, expuso, tiene gran presencia a nivel nacional porque cuenta con unidades académicas en prácticamente todo el país, “nosotros creamos la vinculación de la coordinación de la investigación científica con todos los institutos que tenemos de frente a la sociedad, por eso de los encuentros de Ciencia, Artes y Humanidades se desprendió el Programa para la apropiación social del conocimiento.

Este tuvo la intención de actuar frente a la población, ver qué se podía hacer y se lanzó el Festival Nacional por la Salud Emocional en la Casa del Lago, en 2015, con la sorpresa de que se hizo un evento para dos mil personas y llegaron siete mil, porque hay mucha gente que está ávida de saber, conocer, pero además que lo requiere.

Se estima, refirió, que por cada muerto o individuo que es secuestrado, no encontrado y/o asesinado hay una gran cantidad de personas que quedan afectadas de manera directa o indirecta, como sus familiares, hijos, padres, hermanos y amigos.

Después, el encuentro, en el que participan las facultades de Psicología y Medicina, y distintos institutos de investigación, particularmente el de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, se repitió en el Monumento a la Revolución con una asistencia de 10 mil personas. El tema fue interesante y atractivo para la comunidad, porque si convocas a través de salud mental no hubiera sido lo mismo, la palabra mental está estigmatizada, advirtió Mayrén.

Las personas pidieron que hubiera festivales más seguido y a los seis meses de la pandemia ya se habían disparado los casos de violencia intrafamiliar, de drogadicción, de alcoholismo, intentos de suicidio, así que “nos dimos a la tarea de empezar los Jueves de bienestar en Facebook, con una demanda altísima, y empezamos a tratar temas no sólo de drogadicción o alcoholismo, también de duelo y de violencia extrafamiliar, que se pusieron muy fuertes”.

De lo que se han podido percatar es que el estilo de vida y los hábitos de consumo en la ciudad generan desórdenes sociales, a partir de una falta de estructura cultural, por la vorágine en la que estamos metidos, empezando por el trabajo, por las grandes distancias que recorremos, el tráfico.

Sobre el proyecto los Miércoles de salud integral, señaló que lo dejaron algunos meses, pero la gente lo pidió en las redes sociales, entonces lo retomaron; “hicimos una encuesta y el público decidió los miércoles y que no sólo se den charlas, ahora también tenemos danza, música, teatro y eso aligera”.

La pandemia los obligó a buscar nuevos mecanismos para mantener sus actividades y estar comunicados.

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