Por mucho tiempo se ha establecido social y culturalmente un “deber ser” de la masculinidad, a través de una serie de significados y códigos que han llevado a violencias, sobre todo hacia las mujeres. Su cuestionamiento, identificación y erradicación son necesarias en las sociedades que aspiran mejores formas de convivencia, y un espacio que no puede quedar fuera es el escolar.
Lo anterior, formó parte de las reflexiones de Ricardo Ayllón González, de Género y Desarrollo (Gendes) A.C., que desde el 2003 trabaja por la igualdad de género y la erradicación de la violencia hacia las mujeres, y quien dictó la videoconferencia Nuevas masculinidades, ante integrantes del Segundo Seminario sobre las prácticas de género en el CCH.
“Se busca un cambio de conducta entre los hombres, lo que no quiere decir que estamos en contra de este sector de la población, sino de reflexionar sobre lo que socialmente debe ser el hombre y que ha llevado a la violencia”, señaló el especialista.
Asimismo, definió que el machismo es un ideal masculino que hace énfasis en la dominación sobre las mujeres, la competencia, la exhibición de actos violentos y una sexualidad depredadora.
Esta idea, advirtió, ha llevado a que los aspectos emocionales, “no se atienden por ser temas que ellos no expresan, y muchas veces se responsabiliza a las mujeres; seguir con una idea tradicional de lo que es un hombre impacta en la vida, la limita”.
Y aunque en la actualidad el tema de género se ha discutido en diversos ámbitos, incluso, hasta en el discurso se acepta un cambio de actitudes, en la práctica parece que persiste la masculinidad tradicional, así lo reflejó un estudio elaborado en 2017.
La Caja de la masculinidad recopiló lo que piensan que debe ser un hombre, entre lo dicho se encontró que éste no debe llorar o expresar emociones, no demuestra miedo o debilidad porque es heterosexual, le gusta tener el control de todo, incluyendo de las mujeres.
La masculinidad tradicional destruye a los hombres, así como a las relaciones que tienen. Y se debe pensar la violencia no como de un solo tipo, sino múltiple, como la psicológica, emocional, económica y verbal, y son tan comunes y frecuentes en las familias y parejas, y más ahora con la contingencia, explicó.
