A través de una práctica de campo en Xochicalco (Morelos) y Taxco (Guerrero), el profesor Alejandro Méndez Hernández reforzó los aprendizajes de la asignatura de Historia de México, de tercer semestre, en específico del tema Áreas Culturales del México Antiguo: Mesoamérica, Aridoamérica y Oasisamérica.
El objetivo principal de la práctica fue “brindar una forma alternativa de acercamiento al conocimiento histórico mediante la Historia Viva, así como reforzar los conocimientos adquiridos dentro del salón de clase, a través de la visita a lugares de interés histórico”, explicó el profesor.
Añadió que esta actividad también pretendió identificar en la zona arqueológica de Xochicalco los rasgos culturales del área mesoamericana, de manera particular, los propios del periodo epiclásico.
Además, se buscó reconocer las características propias de los centros mineros del siglo XVI en la Nueva España, con énfasis en las actividades económicas, artísticas y culturales de Taxco, así como conocer la importancia artística y religiosa de la iglesia de Santa Prisca y su relación con la actividad minera.
Acudieron alumnos de los grupos 340, 351, 354 y 367, junto con los profesores Alejandro Méndez, Elizabeth González Torres y Carlos Arellano Cruz.
La importancia de esta actividad recayó en la adquisición de aprendizajes significativos en los alumnos, ya que desde el aula se desarrollaron los contenidos programáticos relacionados con la temática de la práctica académica.No obstante, el profesor dio una plática introductoria relacionada con los lugares.
Durante la práctica, se realizaron visitas guiadas por la zona arqueológica de Xochicalco, el centro histórico de Taxco, la iglesia de Santa Prisca y un taller de plata.
Los estudiantes elaboraron una crónica ilustrada de la actividad, donde demostraron haber comprendido y cumplido los objetivos.
El docente destacó que eligió estos lugares, ya que “la antigua ciudad de Xochicalco fue residencia de una alta cultura de características científicas y artísticas cuyo florecimiento se dio en el periodo epiclásico”.
Xochicalco fue una ciudad construida sobre un cerro cuyo terreno accidentado fue adaptado a través de terrazas, donde se desplantaron los edificios que dieron forma a esta gran acrópolis.
“Además del desarrollo de la arquitectura, Xochicalco fue un gran centro astronómico donde se realizaban encuentros de astrónomos de Mesoamérica y, aunado a esto, fue un centro de expresión artística denotada en su producción escultórica y arquitectónica”, detalló.
Por su parte, la ciudad de Taxco tiene su origen en el México prehispánico; sin embargo, adquirió importancia durante la colonización por haberse encontrado importantes yacimientos de plata.
La explotación minera comenzó a generar riquezas económicas y a detonar el desarrollo de otras actividades económicas como la ganadería, la agricultura y el comercio, concluyó el académico.