La creación de un mural conlleva un proceso único, que empieza con la idea, la historia que representa y el contexto de la vida social, política y/o económica del periodo al que hace referencia la obra, explicó la artista visual Gabriela Silva durante un encuentro con alumnos de este plantel.
La artista visual, egresada de la Academia de San Carlos, quien fue estudiante del maestro Osvaldo Barra ayudante de Diego Rivera, recordó que a 100 años del inicio del movimiento muralista, en el país hay un registro de 120 representantes de ese arte entre los años 1920 y 1970.
De ellos, 30 eran mujeres, aunque sólo unas cuantas mexicanas, lamentó la artista visual, quien ha reflejado en su obra el simbolismo femenino y la lucha social.
Al ofrecer la conferencia “Mujeres muralistas”, destacó el caso de la artista mexicana Aurora Reyes, la primera mujer mexicana en realizar un mural al fresco, en 1936. También es autora de varias obras a lo largo del país, en las que refleja la historia de las mujeres en su lucha social en México.
Una de las piezas más emblemáticas de Reyes es El primer encuentro (1936) que fue pintado en el Salón de Cabildos de la hoy alcaldía de Coyoacán. De ese mismo año es Atentado a las maestras rurales, donde ella misma se autoasignó y difundió así en varias ocasiones.
Casi a la par de Aurora Reyes, sobresalió Elena Huerta, quien nació en 1908, en Saltillo, Coahuila, y puso a las mujeres en otra categoría, pues es autora de un mural de 450 metros cuadrados, que es considerado el más largo hecho por una mujer.
Ubicado en su natal Saltillo, donde se encuentra la mayoría de sus obras, esta pieza, bautizada como Historia de Saltillo, refleja 400 años de historia en ese estado y plasma la convergencia de un pasado revolucionario y el deseo de un futuro mejor.
Finalmente, Silva alentó a los estudiantes para que se acerquen a las artes, en especial al muralismo, porque les permite contar sus historias.
