coloquio “Las mujeres y los libros”

Ellas y los libros

Se sigue jugando con reglas de hombres, advierten

Ellas y los libros
Se sigue jugando con reglas de hombres, advierten

El papel de las mujeres en la edición y la literatura fue el tema central del coloquio “Las mujeres y los libros”, con la participación de Astrid Velasco, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN); Perla Martínez, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), y Radina Dimitrova, integrante de la ENALLT.

En el evento, organizado por la Comisión Interna de Igualdad de Género, del CRIM, de la UNAM, Velasco presentó “Las mujeres editamos”, tema en el que expuso la falta de estadísticas en torno a las mujeres en el sector editorial, sobre todo en México, y lo que sucede, dijo, es que siempre terminan hablando del tema de manera especulativa o permeada por ideología feminista.

Lo que ha concluido es que, de la mayoría de las mujeres que están en diferentes cargos de la industria editorial, como editoras, diseñadoras o correctoras, hay muy pocas en los niveles de toma de decisión, tal vez una de 10 está en la edición universitaria y que es en los sellos grandísimos donde hay más mujeres en la toma de decisiones, en contraste con las editoriales académicas, universitarias e independientes.

Esto nos habla de un sistema, señaló, que no sólo es el de la industria editorial, sino en general de cómo funciona el mundo, pero la lucha política, de reflexión de las mujeres y su participación en la vida pública ha generado ciertos frutos.

“En los últimos años han surgido muchas editoriales o espacios relacionados con los libros y revistas encabezados por mujeres, no obstante, seguimos jugando con las reglas establecidas por los hombres para nuestro trabajo”, consideró durante el encuentro organizado en el marco del Día Internacional por la Educación no Sexista, que se celebra el 21 de junio.

Por su parte, Perla Martínez presentó “Lenguaje incluyente y los libros”, y afirmó que muchos ya conocen lo que es el lenguaje incluyente, inclusivo, no sexista, con perspectiva de género; este tipo de lenguaje se usa para nombrar y visibilizar a las mujeres y a las niñas, es una manera de combatir la violencia que implica no nombrar e invisibilizar al otro.

Es útil para no discriminar a ningún sexo o identidad de género, abarca a las mujeres y a personas con otras identidades; también promueve la igualdad, porque la inclusión de las mujeres muestra el avance de la sociedad y se refleja en la lengua. Este lenguaje existe y hace posible crear una cultura a favor de la diversidad, la eliminación de los estereotipos y la igualdad entre los seres humanos.

En el ámbito de la edición universitaria, dijo, el gran reto que ha enfrentado son las resistencias que existen por la propia educación, cuando al tratar de proponer algún término dentro de alguna disciplina que abarque lo femenino, ha recibido argumentos de que la disciplina ya está hecha en estos términos y no es posible cambiarla. “Pero sí es posible, la ciencia crea nuevas palabras basándose en el griego y el latín”.

“Las orfebres del verso y la imagen” fue el tema de Radina Dimitrova, en el que se refirió a las mujeres de la poesía china, de lo antiguo a lo contemporáneo, y, tras mencionar a sus principales representantes, mostró varios de sus poemas, que reflejan los sucesos históricos por los que atravesaron. “Tanto hombres como mujeres levantaron sus voces con poderosas preocupaciones que cambiaron la imagen de su país, no es correcta esa visión de que durante tres milenios hubo una cultura estática y uniforme”, opinó.

A inicios del siglo XX, con la caída del imperio y el inicio de la república, que es un lapso muy agitado, hubo una efervescencia ideológica que suscitó muchos círculos literarios, revistas y reuniones de intelectuales que provocaron un movimiento político, pero sobre todo cultural.

“Toda esta transformación abre posibilidades para que las mujeres exploren, se involucren y tomen su rol de creadoras, cuando caen estas trabas se genera una participación equitativa, orientada por el cambio, el régimen socialista las puso a la par de los hombres en el trabajo y hasta las masculinizó, las mujeres aprovecharon la oportunidad y estas narrativas que les expuse”, aseveró. 

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