Se puso en marcha la formación de autocuidado con nuestras cecehacheras y cecehacheros sobre las adicciones que, en una primera entrega, denominada “el orden y el caos”, se habló acerca de los signos y síntomas de los trastornos psicológicos sufridos durante las diversas etapas de la vida bajo la guía de la doctora en psicología Esmeralda Garrido Torres.
La traumatóloga empezó su ponencia hablando sobre la gestación en la que puede producirse en un ambiente de armonía o de desorden, además pidió llevar esto a las relaciones de manera personal “los vínculos que tenemos con la otra persona nos pueden generar un orden o un caos (…) podemos irnos del orden al caos en un tris, siempre se puede volver al orden, pero muchas veces no se puede hacer solos, necesitan ayuda de un profesional”, resaltó.
También abordó el tema sobre el sufrimiento, se puede parar, pero cuando se habla de él, siendo situaciones adversas las que no permiten hacer o desarrollar de una manera optima al punto de poder tener problemas físicos o traumas.
Agregó que debido a la pandemia se intensificaron los casos de ansiedad y violencia al pasar a estar encerrados en casa y no saber manejar estas situaciones llevo a puntos de violencia, ansiedad y depresión que puedan afectar ahora con la “nueva normalidad” al quedar atrapados en adicciones, que pueden ser bien trabajadas y atendidas por los especialistas.
Otro punto importante fue el hablar de los traumas, tanto físico, sexual o violencia en cualquier tipo, hace que la persona se “desconecte” de uno mismo a través de diversos medios como el celular o bien en las adicciones, creando una codependencia hacia algo o alguien, siendo que el cerebro genera neurotransmisores que hacen que esta actividad sea placentera y por ende una actividad en la cual me pueda refugiar, generando el caos, siendo que el orden puede encontrarse en otros lugares como el deporte, olores naturales o hasta en un hobbie.
La ponente concluyó se puede vivir y tener un cerebro rehabilitado, con ayuda de un especialista se puede sanar el trauma y sus repercusiones, de las cuales se puede vivir con ellas, aceptando su proceso, pero lo más importante amándose a uno mismo.