Coloquio Nacional

XXI Coloquio Nacional de Formación Docente en EMS

Buscan alternativas para un aprendizaje más autónomo en tiempos de pandemia

XXI Coloquio Nacional de Formación Docente en EMS
Buscan alternativas para un aprendizaje más autónomo en tiempos de pandemia

Del 25 al 29 de octubre próximo, el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) será el anfitrión del XXI Coloquio Nacional de Formación Docente de Educación Media Superior que, en modalidad en línea, analizará los retos de la Educación Media Superior durante y después de la pandemia Covid-19, con la participación de destacados estudiosos en diversas áreas del conocimiento.

Gema Góngora Jaramillo, secretaría de Programas Institucionales del CCH, dio a conocer que el encuentro es convocado por la Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Colegio, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Red de Educación Media Superior.

Las actividades girarán en torno a ocho ejes temáticos, que son: Educación presencial, en línea y modelos híbridos o mixtos; Herramientas y recursos digitales para la docencia; La innovación educativa; La perspectiva de género y su impacto en la currícula y Estrategias de atención psicopedagógicas para los estudiantes.

Además, Innovación, formación continua y actualización de la planta docente en línea; Nuevas prácticas de gestión y vinculación educativa; así como Convivencia y comunidades escolares antes y después de la pandemia.

Participan, del Área de Matemáticas, Ángel Ruiz Zúñiga, matemático y filósofo nacido en San José, Costa Rica; del Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación, Daniel Cassany, profesor e investigador de Análisis del Discurso del Departamento de Traducción y Ciencias del lenguaje en la Universitat Pompeu Fabra.

Del Área Histórico-Social, Paula Sibilia, antropóloga y docente; de Ciencias Experimentales, Siobhan Fenella Guerrero MacManus, con maestría y doctorado en Filosofía de la Ciencia, en la FFyL y en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM.

También Eduardo Andere, analista y escritor en temas de políticas públicas, política educativa y educación comparada, y Patricia de Guadalupe Mar Velasco, doctora en Historia Social por la Universidad de Viena, Austria.

Góngora destacó que el CCH ya tiene conocimiento previo en la materia pues recientemente llevó a cabo la jornada académica Experiencias en las clases en línea y el uso de las nuevas tecnologías, que ella encabezó, un ejercicio muy valioso porque despertó gran interés entre los profesores por compartir cómo superaron los retos derivados de la pandemia.

Porque “implementar las clases en línea no sólo implicó el cambio de un sistema a otro, sino toda una modificación en el modo de ver la docencia, la didáctica y la enseñanza en general”, puntualizó Góngora, quien refirió que en esa ocasión los conversatorios abordaron las diferencias que había de un plantel a otro, y ahora habrá que considerar las problemáticas que aquejan a diferentes instituciones con otras condiciones, situaciones, contextos.

La también profesora de Filosofía en el plantel Sur agradeció el interés de los profesores en participar de esta experiencia y compartir a nivel nacional cómo lograron entornos educativos más favorables a partir de las nuevas tecnologías, “porque le pueden ayudar a alguien que esté pasando por una situación complicada”.

En su opinión, el reto más importante para la Educación Media Superior (EMS) durante y después de la pandemia por Covid-19 es propiciar un entorno pedagógico pensado mucho más en un aprendizaje autónomo por parte de los alumnos, y no en extrapolar una clase a un sistema tecnológico, porque eso agota al alumno.

La pedagogía tiene muchísimas estrategias y recursos que se pueden ocupar precisamente para generar entornos educativos más acordes con lo que atravesamos, un ejemplo, es el aula inversa, que apuesta porque el estudiante genere sus propios aprendizajes y cuando se encuentre con el profesor, en línea o presencial, responda sus dudas y reciba orientación para continuar con sus proyectos, pero el trabajo duro, de aprendizaje, lo hacen los alumnos en sus casas.

Para conocer estas ofertas pedagógicas, dijo, “hay que experimentar y se pueden obtener buenos resultados, más allá de dar o no una buena clase en el Zoom”; desde luego, “los retos dependen de la escuela, la zona y el lugar, porque seguramente hay muchas instituciones que siguen con problemas fuertes, como la falta de equipo por parte de alumnos, docentes o la misma escuela”.

“También está la falta de conocimiento de ciertas herramientas tecnológicas por parte de los profesores, que se agrava cuando no hay la infraestructura para la enseñanza, supongo que en las grandes ciudades y universidades más importantes esos problemas están resueltos, mientras que en otros contextos no, esto implica pensar en otras problemáticas a nivel pedagógico y educativo”, concluyó.

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