En la última década surgió un movimiento intelectual y social que cuestiona y deconstruye el concepto tradicional del amor romántico, mismo que está influenciado por diversas corrientes filosóficas, sociológicas y feministas, comentó Armando García Vega, de El Pozo de Vida A. C.
Durante su conferencia “Reconstruyendo el amor romántico”, el trabajador social comentó que dicho movimiento ha ganado fuerza y relevancia en la cultura contemporánea; en ese sentido, “la deconstrucción del amor romántico busca desafiar las narrativas idealizadas y estereotipadas sobre el amor en la sociedad”.
En su presentación, el especialista puntualizó que se critica la noción de que el amor es dadivoso, eterno y exclusivo, por lo que es necesario reconocer su complejidad, sus dimensiones sociales, culturales y emocionales.
En el evento realizado en el Auditorio I del Siladin, Armando García Vega mencionó que entre los principales puntos de enfoque de este movimiento están los roles de género, individualidad y autonomía, diversidad de experiencias amorosas, énfasis en el consentimiento, el respeto y la desmitificación del sufrimiento amoroso.
Sobre los roles de género, dijo que el amor romántico refuerza estereotipos y genera expectativas poco realistas sobre cómo deben comportarse los hombres y las mujeres en una relación, por lo que se busca fomentar relaciones más equitativas y libres de prejuicios de género.
En lo respecta a lo individualidad y autonomía, García Vega dijo que se promueve la idea de que las personas son seres completos por sí mismos y no necesitan a otra persona para sentirse completas o validadas: “se alienta el desarrollo de la autonomía y la autoestima individual dentro de las relaciones”.
“La diversidad de experiencias amorosas reconoce que el amor puede manifestarse de diversas formas y no se limita a una única estructura o modelo, se valora la diversidad en las relaciones, incluidas las relaciones no monógamas, queer y poliamorosas con el énfasis en el consentimiento y el respeto”.
En cuanto a la desmitificación del sufrimiento amoroso, se cuestiona la idea de que el sufrimiento es inherente al amor romántico y se aboga por relaciones basadas en el apoyo mutuo, la comunicación abierta y el crecimiento personal.
Por último, García Vega dijo que este movimiento ha inspirado cambios en las representaciones del amor en los medios de comunicación y en las relaciones interpersonales y “a medida de que evoluciona, la deconstrucción del amor romántico invita a replantear nuestras concepciones y prácticas en torno al amor y las relaciones humanas en el siglo XXI”.
