Reconocen la labor docente

Ser maestro, una elección y una vocación

En el CCH no sólo los alumnos aprenden

Ser maestro, una elección y una vocación
En el CCH no sólo los alumnos aprenden

Ciento veintiséis  docentes del plantel Naucalpan fueron distinguidos con la entrega de medallas por antigüedad académica y reconocimientos al Mérito Universitario, en una emotiva ceremonia presencial, en la que se destacó el valor que tiene esta profesión que no sólo les ofrece a los estudiantes conocimientos académicos, sino que los prepara para la vida.

En su mensaje, Benjamín Barajas Sánchez, director general del Colegio de Ciencias y Humanidades, felicitó a los docentes, ante quienes citó al escritor argentino Julio Cortázar y les dijo que “ser maestro significa estar en posesión de los medios conducentes a la transmisión de una civilización y una cultura”.

Ser docente, agregó,  “es la forma más humana, más digna de trascender al tiempo y al espacio, ser maestro es una vocación, pero también es la elección, quizás, más importante de nuestra vida.

En la ceremonia, Keshava Quintanar, director del plantel, también felicitó a los maestros, y  Berenice Ruiz, secretaria General local, afirmó que era un momento de alegría, de recurrir a la memoria para repasar el camino y recordar el día en que la Universidad y el plantel Naucalpan “confiaron en nosotros, profesoras y profesores, como uno de los ejes más importantes en el proceso educativo, que contribuye a la formación de cientos o miles de alumnos”.

Por parte de los profesores, Alejandra Reséndiz, del Departamento de Idiomas, dirigió un mensaje en el que recordó sus primeras impresiones al conocer la institución, pues ella cursó su bachillerato en la preparatoria, y recordó que a lo largo de los años, “el aprendizaje no sólo ha sido para mis alumnos, de quienes tengo múltiples satisfacciones, porque los docentes seguimos aprendiendo y lo haremos durante toda nuestra vida”.

También ponderó la libertad de cátedra que le ha brindado el Colegio: “Hoy agradezco este reconocimiento por 25 años de hacer lo que me gusta, en uno de los bachilleratos públicos más importantes de América Latina”.

En su oportunidad, Marisela Álvarez Pérez, maestra fundadora, afirmó que 50 años se dicen fácil, “pero son 50 generaciones de jóvenes que han pasado por este plantel y de las cuales he sido maestra; son muchos años, pero se me han ido en un abrir y cerrar de ojos”.

Tras destacar la relevancia de aplicar el Modelo Educativo, que va en contra de la memorización y fomenta la adquisición de conocimientos y el reto que implicó impartir clases a distancia, recordó que es una profesora de Biología que disfruta impartir sus clases y una de sus mayores  satisfacciones es saber que sus exalumnos han terminado una carrera, una maestría o un doctorado y sentir que ha contribuido, aunque sea con un granito de arena para que logren sus metas. “Gracias UNAM, gracias CCH, por permitirme desempeñarme por 50 años, en este hermoso trabajo que es la docencia”, dijo.

Más adelante, Ángel Emilio Cruz Trejo, destacado estudiante de sexto semestre, dedicó unas palabras a los docentes. “Me siento muy feliz de poder felicitarlos por el arduo esfuerzo, empeño y dedicación que ponen a su trabajo, el cual no sólo ha cambiado la vida de los estudiantes, sino el rumbo del país.

“Ustedes no sólo nos preparan para la Universidad o para resolver problemas matemáticos, nos preparan para la vida, es como aquella metáfora del jardinero y la semilla, donde el jardinero prepara la tierra para sembrar la semilla y darle los suplementos necesarios para que crezca y dé frutos; ustedes dejan en nosotros los cimientos para desarrollarnos y lograr todo lo que hemos querido alcanzar. Las bases que dejan en nosotros funcionan como guías para no perdernos en el camino”. 

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