El Colegio de Ciencias y Humanidades llevó a cabo el 7º Seminario Central sobre las Prácticas de Género en el CCH, en el cual especialistas impartieron un total de nueve sesiones de trabajo y expusieron conceptos, así como herramientas de análisis.
Por su parte, los docentes pudieron analizar las dinámicas que se presentan en las aulas en materia de igualdad de género, por lo que este seminario fue un espacio en el que obtuvieron aprendizajes y bases conceptuales para atender situaciones de dicho tema.
De esta manera, en las sesiones de trabajo se expuso la importancia de los estudios de perspectiva de género y su repercusión en las ciencias, la tecnología, las humanidades, las artes y la sociedad. Además, se reflexionó sobre diversas prácticas y teorías que influyen en la formación académica de las y los cecehacheros.
Universitarias, pioneras en estudiar el género
“No podríamos tener un entramado tan detallado de qué es el estudio de género si no hubiera una incidencia dentro de las universidades, si muchas universitarias en los años cincueta, sesenta y setenta no se hubieran juntado en pequeños grupos para dialogar del fenómeno, que no era individual, sino de carácter estructural”.
Lo anterior fue pronunciado por Amneris Chaparro Martínez, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM, durante la ponencia “Los estudios de género”.
“Fueron, sobre todo, las mujeres las que comenzaron a cuestionar las formas de desigualdad, fenómeno relacionado con la feminización de la educación; ha sido un proceso paulatino y constante que ha cambiado el rostro de las universidades que nunca estuvieron pensadas para las mujeres”, resaltó la académica.
En su presentación, Chaparro Martínez comentó que las acciones impulsadas en los últimos años en la UNAM no han sido solo por académicas feministas, sino también por movimientos feministas estudiantiles. Explicó que esto ha permitido la incorporación de la perspectiva de género desde la Legislación Universitaria hasta las aulas, “que también es un proceso paulatino y con resistencias, pero que va en marcha”.
Por otra parte, destacó que no se puede hablar de género sin abordar el feminismo, ya que es un hilo conductor “entre lo que se ha priorizado y movilizado sobre el tema, desde hace más de tres siglos, de desigualdad o vulnerabilidad de las mujeres, con respecto a los varones”.
Por ello, comentó que la posición del pensamiento feminista es central para entender cómo se configuraron los campos de conocimiento de los estudios género durante el siglo XX.
Durante la sesión, la especialista también profundizó sobre la epistemología feminista de carácter social, para transformar la realidad, de los diferentes feminismos y el concepto de género.
El origen del feminismo
Durante la segunda sesión del seminario, la maestra Elizabeth Hernández López, del plantel Naucalpan, presentó la ponencia “Epistemología feminista y construcción del conocimiento”. En su disertación, precisó el origen del feminismo y su repercusión en la forma en que se construye y valida el conocimiento, por lo que realizó un recorrido histórico y se apoyó en varios filósofos para explicar el tema.
Al iniciar su presentación, Hernández López definió el concepto de epistemología: “implica hacernos preguntas como qué es el conocimiento, desde dónde lo conocemos, qué se considera conocimiento y qué no, cuáles son los criterios para determinar que algo es conocimiento. Esto tiene implicaciones en todas las áreas e instituciones de nuestra vida social”.
A continuación, explicó sobre la epistemología feminista, la cual busca mirar o analizar las maneras en que el género tiene una influencia en las concepciones de conocimiento, en quiénes son las conocedoras y conocedores, cuáles son las prácticas de investigación, experimentación y justificación para observar lo que se ha realizado en la historia de la humanidad; “esto ha justificado cierto tipo de actitudes hacia las mujeres u otros grupos que podemos llamar en un estado de subordinación”.
La licenciada en Comunicación sostuvo que la intención es explicar de qué manera las epistemologías feministas argumentan y, además, tratan de explicar cómo muchas de las prácticas dominantes y el conocimiento mismo han servido para poner a las mujeres y a estos grupos en subordinación y desventaja.
“Esto es importantísimo cuando nos referimos a la historia de la ciencia y tenemos aquí el paradigma mecánico, a partir del cual se comienzan a dar una serie de circunstancias acerca de las mujeres y lo femenino”.
Por último, la académica comentó que durante los años ochenta las epistemologías feministas tuvieron aspectos importantes, ya que las mujeres se convirtieron en profesoras en las universidades y su ingreso se elevó al mismo nivel que los hombres, “han podido hacer sus maestrías y doctorados y hay un bum académico para la mujer, sobre todo en Estados Unidos. Así como pasa en la ciencia, pasa en la filosofía, en la epistemología, y en muchas otras propuestas”, expresó la secretaria Docente del plantel Naucalpan.
Interseccionalidad y perspectivas
Cuando hablamos de interseccionalidad nos estamos refiriendo al problema de la desigualdad humana en lo social y que existe de manera crónica en el mundo, señaló la doctora Hortensia Moreno Esparza, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), de la UNAM, durante la sesión de trabajo “La interseccionalidad y su papel en la educación”.
La académica señaló que es importante cuestionarse que exista un acceso diferenciado a los recursos y bienes sociales de la humanidad, incluso a los naturales, además de reflexionar sobre las consecuencias de dicha diferenciación.
Para ello, explicó que el concepto de interseccionalidad aparece en el contexto del feminismo ilustrado, donde se da una discusión pública en las ciencias sociales y las humanidades, aunado a que procede un campo político y de conocimiento.
“Es un fenómeno epistemológico que aparece de manera política y social a finales del XVIII, que explica que la desigualdad social es un hecho natural e inevitable; además, está fundado bajo un sentido religioso que establece que la vida humana sólo tiene sentido después de la muerte”.
Moreno Esparza señaló que estas ideas entran en discusión durante el movimiento ilustrado: “se establece un nuevo paradigma fundamental que rige el sentido común de la modernidad, el cual contradice la posición anterior. Propone que todos los seres humanos, por ese sólo hecho, tenemos un principio de igualdad natural. Se postula que las desigualdades son históricas y tienen que ver con el acceso restringido, sobre todo a las grandes mayorías de la humanidad, a los grandes recursos, que deberían de estar distribuidos de manera equitativa”.
Por ello, la interseccionalidad abre en el aula, de manera creativa, la posibilidad para pensar la igualdad y desigualdad de otras maneras.
Paola Marugán Ricart, también del CIEG, indicó que la interseccionalidad es una herramienta que se constituye en el corazón de los feminismos y las teorías políticas y sociales de los estudios de género, a través de las experiencias de grupos de mujeres que viven su estructura social y sus cuerpos.
El lenguaje, herramienta para cambiar la realidad
Roberto André Guadarrama Barretero, del grupo Género y Desarrollo (Gendes) AC, impartió la sesión de trabajo “Lenguaje incluyente y no sexista. Una herramienta alternativa a la educación”, en la cual mostró la importancia del uso del lenguaje a partir de la reflexión para generar un cambio de paradigma en las maneras de hablar y comunicarse en la enseñanza.
Su propuesta invitó a realizar una crítica a cuestionamientos, a la construcción de alternativas y a la creatividad de las diferentes maneras de hablar.
Un acertijo fue el señuelo para provocar la reflexión sobre el uso de la lengua en situaciones cotidianas; Guadarrama Barretero explicó que el lenguaje es el inconsciente de las acciones y que mucho de lo que hablamos, lo actuamos, por ello es fundamental entender el por qué y el para qué en el uso del lenguaje incluyente no sexista.
“Es un tema que ha generado mucha controversia. Además de no entenderse qué es, ha traído menosprecio sin argumentos que se basen en la perspectiva de género”, dijo.
El especialista resaltó que, de acuerdo con el sexólogo Óscar Chávez Lanz, el lenguaje inclusivo no es un lenguaje, “es una posición política, y como otras posiciones políticas causa alegría en algunas personas y en otras molestias”.
Por lo anterior, comentó que el lenguaje inclusivo nombra a la realidad tal y como es, “usando todos los recursos que el idioma pone a nuestro alcance para no discriminar a las personas. A veces es tan sencillo como eludir un determinante, usar un genérico, un colectivo, un impersonal”.
Por último, señaló que “quien no usa lenguaje inclusivo es porque no domina el idioma o porque su decisión es discriminar, pero ambas causas tienen solución. El lenguaje no es un hecho biológico y natural, sino una adquisición cultural y todo lo que es cultura es añadido y, por tanto, modificable por la voluntad de las personas, podemos alterarlo ya que retoca la lengua y la mentalidad y retocando la mentalidad se retoca la conducta”.
Fueron, sobre todo, las mujeres las que comenzaron a cuestionar las formas de desigualdad, fenómeno relacionado con la feminización de la educación”.
Amneris Chaparro Martínez
Directora del CIEG-UNAM
La epistemología implica hacernos preguntas como qué es el conocimiento, desde dónde lo conocemos, qué se considera conocimiento y qué no”.
Elizabeth Hernández López
Profesora del plantel Naucalpan
La interseccionalidad es una herramienta que se constituye en el corazón de los feminismos y las teorías políticas y sociales de los estudios de género”.
Paola Marugán Ricart
Investigadora del CIEG-UNAM
Quien no usa lenguaje inclusivo es porque no domina el idioma o porque su decisión es discriminar, pero ambas causas tienen solución”.
Roberto André Guadarrama Barretero
Integrante de GENDES AC
El concepto de interseccionalidad aparece en el contexto del feminismo ilustrado, donde se da una discusión pública en las ciencias sociales y las humanidades”.
Hortensia Moreno Esparza,
Investigadora del CIEG-UNAM