El racismo es un problema que persiste en México y el mundo, un tema del que no nos gusta hablar y sin embargo hay que conocerlo, asumirlo y enfrentarlo; una cuestión estructural con muchas aristas que se deben comprender en busca de soluciones en conjunto, coincidieron expertos en diversas disciplinas, reunidos en el segundo número de ¡Goooya!, el periódico de las y los estudiantes de la Universidad Nacional.
En la presentación de la más reciente edición, John M. Ackerman, director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, dio la bienvenida a académicos, universitarios y líderes de la sociedad civil, a quienes dijo que por medio de ¡Goooya! se busca que los estudiantes puedan hacerse más partícipes de la vida pública de México y de la UNAM, tocando temas como éste del racismo, al que consideró una herida abierta en el México profundo, que tenemos que asumir, para, en conjunto, superar.
En este sentido, Raúl Arcenio Aguilar Tamayo, secretario de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria y uno de los diseñadores del proyecto, sostuvo que “con mucho agrado vemos que va creciendo la participación de la comunidad universitaria en este proyecto, que centralmente busca integrar la unidad en la UNAM, las voces de las y los estudiantes son importantísimas; saber cuáles son sus sentimientos, preocupaciones, aspiraciones, nos permite identificar y resolver en la medida de las posibilidades de la UNAM y su contexto.”
Fryda Chibamba, alumna del plantel Oriente, quien colaboró en este número, señaló: “Decidí escribir sobre el tema porque he vivido este tipo de experiencias, cuando realizamos comentarios sobre los demás pensando que son bromas. Creo que se ha normalizado el rechazo hacia los pueblos indígenas y sus costumbres, quienes por el simple hecho de pertenecer a estas comunidades no pueden aspirar a un trabajo importante y valen menos que una persona que no tiene este origen”. En su escrito, la cecehachera pide revalorar nuestras raíces.
Para el etnólogo José del Val, “el racismo está latente en nuestra sociedad y vamos a tener que luchar muchísimo tiempo para quitárnoslo de encima”, de ahí la importancia de que se reflexione en torno a ello desde todos los ámbitos, especialmente el universitario.
En ello coincidió la investigadora Haydeé García, para quien se debe entender que es una cuestión estructural, con una perspectiva histórica de múltiples dimensiones.
Un problema sistémico, no sólo de un conjunto de prejuicios, estereotipos o actos discriminatorios, pues también está incrustado en las instituciones de salud y justicia, y esta reflexión la encontró en los textos de ¡Goooya!, añadió, por su parte, José Antonio Aguilar, fundador de la organización Racismo.mx y realizador de un documental sobre el tema.
Otro punto a discernir, dijo, es el del mestizaje, porque “nos confunde mucho, en México hay racismo y afecta a comunidades indígenas y afrodescendientes, pero también a casi 80 por ciento de la población de este país, que tenemos tonos de piel moreno o moreno oscuro.
Al preguntarse cuál es la base del racismo, César Domínguez, investigador y director de Divulgación de la Ciencia en la UNAM, consideró que es algo para pensar pues, a pesar de la existencia de razas, ya se demostró con el gran proyecto del genoma humano, que compartimos 99.9 por ciento de características.
“En realidad es una construcción social y creo que sería importante pensar en qué está valuada esa construcción, probablemente tiene que ver más con un juego de poder, de jerarquías y con cosas de la naturaleza humana, en este pleito por los recursos, unos quieren ser mejores que los demás”, consideró.
David López García, matemático y economista, compartió la idea y dijo que “somos una sola raza que pertenece a diferentes etnias, desafortunadamente esta interpretación social es lo que ha hecho que exista segregación o supremacismo, no nada más se debe tocar el racismo, también la discriminación, el egocentrismo, la xenofobia, el chovinismo, expresiones que no tienen nada de positivo”.
