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Bioética

Hay que cuidar las relaciones con el planeta: Rivero Weber

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Hay que cuidar las relaciones con el planeta: Rivero Weber

“Si no hay respeto a la Tierra no hay nada y eso es justamente lo que enfrentamos. Tanto Fritz Jahr como Van Rensseleer Potter destacaron la sobrevivencia de la vida y del planeta, la biodiversidad, ambos sostenían que la bioética no sólo debe cuidar las relaciones entre los seres  humanos sino las relaciones que tenemos con el planeta”, dijo Paulina Rivero Weber durante la ponencia ¿Qué es y para qué la bioética?

Durante la Cátedra Universitaria de Bioética para el bachillerato, Rivero agregó: “Creo que todos tenemos la obligación de pensar en la bioética, de encontrar diferentes salidas y sobre todo ustedes los jóvenes, que son los que cambian el mundo y tienen el ímpetu y la fuerza necesaria.

“Chicos del bachillerato enfóquense en salvar este planeta, no son una generación a la que le falte una causa para vivir, tienen la motivación y las razones más importantes para dedicarse a luchar por la vida”, señaló la directora del Programa de Bioética de la UNAM.

Durante su intervención, la investigadora mencionó a los llamados padres de la disciplina, Fritz Jahr y Van Rensseleer Potter, y dijo que esta área promueve principios para una conducta apropiada del ser humano con el resto de los seres vivos.

 “Fritz propone reconsiderar nuestra relación con todo lo vivo, hay entes que no están vivos como el aire, pero que son fundamentales y que se tienen que respetar si queremos conservar la vida en el planeta”, puntualizó.

Ambos también estaban en contra de una mirada antropocéntrica, que coloca en el centro de su preocupación al ser humano. “La bioética no puede ser antropocéntrica”, dijo Rivero.

La vida de un tlacuache o una rata importan, resaltó, porque tienen una función en nuestra ciudad, hay que mantenerlos lejos, pero hay que respetar la vida y enseñar a los que nos rodean a hacerlo.

Todos estos eventos tienen el objetivo de mostrar lo importante que es dar un poco de nosotros al planeta en el que vivimos, lo que requiere relacionarnos de una cierta forma con el agua, el aire, con los animales, con los ecosistemas, con nuestra forma de comer, no todo lo que se puede hacer es válido.

“No es fácil, se los digo como docente, como una obligación ética, porque somos la universidad pública: el único lugar donde puede originarse un movimiento ético que salve la vida, ya no digamos en nuestro país, en las universidades del mundo, porque ahí es donde está la gente joven y pensante, que puede salvar al planeta”, indicó.

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